Malas noticias para Elon Musk: desde su llegada a Twitter, el valor de la empresa cayó casi un 70%

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Entre los principales inconvenientes figura el retiro de varios anunciantes, un sector que representaba casi el 90% de los ingresos de la firma hasta el arribo del magnate sudafricano.

La llegada de Elon Musk a Twitter no sólo trajo consigo el despido de casi el 80% de la plantilla de empleados a nivel global, sino también una serie de consecuencias económicas que continúan teniendo un impacto hasta el día de hoy.

La compra que realizó el magnate nacido en Sudáfrica de la red social del pajarito tenía por objetivo llevar la valoración de la firma a los 250.000 millones de dólares. Sin embargo, los datos arrojan que desde entonces, la empresa ha experimentado una fuerte retracción.

Un informe de la empresa Fidelity (que, de hecho, participó en el financiamiento de la inversión) señaló que el valor de Twitter cayó a los 15.000 millones de dólares. La cifra se traduce en una merma superior al 65% respecto a los 44.000 millones que en los que se había ubicado en los últimos meses del 2022.

Tras la llegada del CEO de SpaceX, grandes agencias de publicidad y marcas, como General Motors y Volkswagen, detuvieron su inversión publicitaria en Twitter. La publicidad se ha vuelto crucial para la plataforma, representando casi un 90% de los ingresos de la compañía hasta antes de la llegada del polémico empresario. La decisión de algunos anunciantes de retirarse de las inversiones se ha visto impulsada por el aumento del discurso de odio y la pornografía en la red social.

Cabe recordar que el excéntrico multimillonario ha estado en el ojo de la tormenta desde la compra. En el terreno corporativo, despidió a cerca del 80% de la plantilla a nivel global, desmantelando equipos de seguridad, prensa y de moderación de contenido. En lo que respecta al funcionamiento de la red, se generó una polémica en torno a los cambios de base que aplicó, lanzando las nuevas funciones especialmente en Blue, la versión de la plataforma que requiere el pago de una suscripción.

Es posible que el magnate haya tenido entre sus planes esta caída de Twitter y que sus decisiones drásticas al frente de la compañía sean parte de una “terapia de shock” que ya aplicó en otras firmas de su propiedad.