miércoles, noviembre 13

Massa, el ministro candidato: así es su plan de 50 días para llegar con chances a las elecciones de octubre

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Su equipo está avisado: no habrá tregua en reuniones, viajes e inauguraciones. Si analiza dejar el ministerio, necesita un guiño del FMI y menos inflación

«Ni Domingo Cavallo logró lo que Sergio Massa. Ser ministro de economía y candidato presidencial al mismo tiempo. Con Wado en la boleta estaba fuera del ring y nadie le habría atendido el celular para intentar poner un precio justo pero, de alguna manera, logró la bendición de la mayoría de las tribus peronistas y tiene oxígeno hasta las primarias», explicó, en su jerga, un avezado negociador político de Casa Rosada.

Porque la realidad es que si Sergio Massa no hubiera accedido a la precandidatura presidencial por Unión por la Patria su poder de influencia sobre los agentes económicos hubiera sido casi nula o testimonial. ¿Qué empresario se hubiera mostrado conciliador con su política de precios si no fuera un candidato con posibilidades o que acreedor refinanciaría o abriría una línea de crédito para un gobierno que está de salida?

Por ello, la presión más grande entre todos los presidenciables con posibilidades de ser electos, recae sobre el actual titular del Palacio de Hacienda.

Adquirió oxígeno hasta las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se realizarán el próximo 13 de agosto, pero deberá gestionar medidas económicas fundamentales que le permitan ser un candidato competitivo hacia el día de las elecciones generales del 22 de octubre y para ello se basará en unos pocos pilares que le habilitarán alcanzar su objetivo de llegar a la cima del poder.

Inflación y déficit fiscal: las claves de Massa para convencer al Fondo y llegar a octubre

Bajar la fiebre inflacionaria es el requisito principal y previo a cualquier posibilidad de tener un buen rendimiento electoral el 13 de agosto.

El intento será más modesto que el prometido y registrado en el Presupuesto Nacional, que prevé un 60% de inflación anual de imposible cumplimiento si se toma en cuenta el acumulado de los primeros cinco meses del año que arroja un 42,2% de aumento.

Massa espera un 6% de inflación para junio

Massa espera un 6% de inflación para junio, para iniciar un camino optimista hacia las elecciones generales de octubre.

Se intentará que el índice de precios arroje una cifra por debajo del 7% de incremento mensual.

Ese dato tendría al número 6 como protagonista para el mes de junio y se desprende de las mediciones realizadas durante los primeros siete días hábiles del sexto mes del año.

Algunos voceros de Sergio Massa prenden una vela a San Expedito, para que la tendencia al enfriamiento de los precios se sostenga a pesar que los ciudadanos continúan registrando incrementos en varios productos que consumen en su vida diaria.

La población más carenciada es la que más siente los aumentos de precios por adquirir productos de primera necesidad en comercios o bocas de expendio alejadas de controles y acuerdos por precios minoristas.

A pesar que el mundo financiero y los integrantes del círculo rojo tomaron nota que los candidatos presidenciales propuestos por las coaliciones políticas son de índole pro mercado hay una medida económica ortodoxa, que no será adoptada en estos 50 días hacia las PASO con la que Sergio Massa fue beneficiado.

Devaluar la moneda, como exigen en el FMI y en círculos económicos locales ligados al comercio exterior, continuará siendo un anatema durante el resto de la administración de Alberto Fernández.

La gestión de Alberto Fernández

La gestión de Alberto Fernández tiene en claro que es necesaria una devaluación de la moneda, pero dispararía los precios.

Tanto para el Presidente como para su vice, Cristina Fernández, esa medida provocaría una llamarada inflacionaria que terminaría con las posibilidades electorales del oficialismo en cualquier lugar que presente candidatos.

Sin embargo, en el quinto piso del ministerio de Economía, los asesores de Massa saben que el próximo gobierno deberá realizar un plan de estabilización de las variables económicas y hay algunos funcionarios que le han expresado al candidato presidencial que es hora de comenzar a estabilizar un buque que hace agua por todos lados.

Una batería de medidas que tiendan hacia un ajuste fiscal que reduzca el déficit público, un ítem que su gestión viene cumpliendo.

El déficit fiscal primario del Sector Público Nacional (SPN) representó los $247.641 millones al cierre de mayo de 2023, lo cual significó una caída del 28,9% en términos reales con respecto al mismo mes del año pasado. Se trató del retroceso más fuerte observado desde enero.

El peso del recorte se nota en las partidas para asignaciones familiares, caída del 36,8%, en las jubilaciones, cuyos valores retrocedieron un 10.2% en términos reales medidos de manera anual y de asignaciones universales que retrocedieron un 26,3%.

El gasto primario del Sector Público Nacional alcanzó los $2.559.222,5 millones y presentó una suba de 98,2%, pero en términos reales, excluidos los efectos de la inflación, se registró una caída de hasta el 7,5% interanual.

Massa parece haber dado el primer paso, habiendo

Massa parece haber dado el primer paso, habiendo disminuido el déficit fiscal en téminos reales con respecto a 2022.

Este fue el principal factor explicativo de la caída del déficit en mayo, cuestión que resulta imprescindible para arribar a un acuerdo con el FMI y desbloquear la llegada de los tan necesitados desembolsos al Banco Central.

Massa espera un guiño del FMI, si quiere ser competitivo en las elecciones

Precisamente, el siguiente pilar con el que cuenta Sergio Massa para apuntalar su candidatura, es lograr un acuerdo con el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permitirá cumplir con las obligaciones contraídas con ese organismo de crédito y, de paso, sobraría una suma para controlar y mantener a raya el mercado cambiario tendiente a desvalorizar el peso.

Para estos días, la tesorería del Fondo aguarda por los 2.700 millones de dólares de parte de la Argentina que decidió postergar el giro hasta el 30 de junio.

Desde entonces y hasta la realización de las elecciones PASO, en Washington se espera que ingresen 4.300 millones más. En Julio vencen 2.700 millones y los primeros días de agosto otros, 700 millones de dólares. Además, hay que honrar deudas con los bonistas privados por 1.000 millones de dólares más.

Por ello, si Massa viaja a Washington en algún momento de los próximos diez días, será porque regresará a Buenos Aires con un orden de pago de 10.000 millones de dólares que le permitirán llegar sin sobresaltos cambiarios a las elecciones de agosto.

Asesores del ministro explicaron a este medio que las fechas claves para esta operación serán los primeros días del mes de Julio. Massa viajaría para «fijar los detalles del acuerdo en el que están trabajando en estos momentos nuestros funcionarios, se pagará el tramo del mes de junio que viene con discusiones y retornaría con la quinta revisión del FMI aprobada por su directorio».

Un nueno rembolso del FMI

Un nueno rembolso del FMI le traería calma a la gestión económica de Massa, al menos hasta el 13 de agosto.

El optimismo parece justificarse por el clima político mundial favorable que incluyen apoyos de los presidentes de Brasil, «Lula» Da Silva; de México, Andrés Manuel López Obrador;y por la administración demócrata de Joe Biden, a pesar que, los mercados están comenzando a observar con interés los activos de los países emergentes, cuestión que ha llevado a naciones como Nigeria a devaluar su moneda y a países como Turquía y Egipto a analizar esa posibilidad adoptando políticas monetarias ortodoxas.

Gasoducto Néstor Kirchner: el arma clave de Massa para impulsar su candidatura

Ahora bien, su acto de lanzamiento formal, lo tendrá el 9 de julio. Durante el día patrio se inaugurará formalmente el Gasoducto Néstor Kirchner que une Vaca Muerta en Neuquén con Salliqueló en Buenos Aires, y se realizará en medio de una gran fiesta popular.

Allí se escucharán discursos que anunciarán la reversión del Gasoducto Norte, una obra clave para abastecer con gas a las provincias del noroeste afectadas por la declinación productiva del fluido en Bolivia y trazar planes para exportar gas de Vaca Muerta a las industrias de Brasil, además de resaltar el ahorro de divisas que se producirá a futuro al no tener que importar combustible en buques regasificadores que agotaron, en parte, las reservas del Banco Central durante el pasado invierno.

«Si todo sale según estas directrices generales. Sergio tiene posibilidades de estar entre los más votados en agosto, llegar competitivo a octubre y, entonces, el dilema que se le presentará al ministro candidato será si debe renunciar a su puesto y dejar a un técnico de su confianza en el Palacio de Hacienda para dedicarse de lleno, de septiembre en adelante, a su sueño presidencial», explicó uno de los asesores que más escucha Sergio Massa.