jueves, abril 18

Máxima tensión en EE.UU.: saqueos, disturbios y protestas contra la violencia policial

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Las autoridades decretaron toque de queda en 25 ciudades. El presidente Donald Trump culpó a «la izquierda radical» por los disturbios

Decenas de miles de manifestantes volvieron a tomar las calles el domingo en todo Estados Unidos, con manifestaciones pacíficas contra la muerte de personas negras a manos de la policía que se vieron empañadas por disturbios que golpearon ciudades desde Filadelfia a Los Ángeles, con episodios cerca de la Casa Blanca.

Autoridades locales y estatales desplegaron a miles de soldados de la Guardia Nacional, impusieron estrictos toques de queda y cerraron el transporte público para frenar los movimientos de los activistas, aunque esas medidas hicieron poco por impedir que muchas ciudades volvieran a sumirse en el caos.

Los manifestantes en Filadelfia lanzaron piedras y bombas incendiarias a la policía, según las autoridades, mientras saqueadores en más de 20 ciudades de California allanaron comercios y se llevaron todo lo que podían cargar: zapatillas, ropa, celulares, televisores y otros productos electrónicos.

.Las tensiones se dispararon ante la Casa Blanca tras tres días de manifestaciones en el lugar. La policía empleó gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra una multitud de más de mil personas, que coreaban lemas al otro lado de la calle, en el Parque Lafayette. La multitud salió corriendo y apiló señales de tráfico y vallas de plástico para prender una gran hoguera en una calle cercana. Algunos quitaron una bandera estadounidense de un edificio y la lanzaron a las llamas.

Un edificio del parque que aloja una oficina de mantenimientos y baños públicos fue incendiado, y hubo allanamientos en bancos y joyerías. Las manifestaciones continuaron más allá del toque de queda, y la policía de Washington dijo estar respondiendo a varios avisos por incendios provocados en la capital.

Toda la Guardia Nacional de Washington DC (unos 1.700 soldados) fue desplegada para ayudar a controlar las protestas, según dos funcionarios del Departamento de Defensa que insistieron en mantener el anonimato porque no estaban autorizados a comentar el asunto de forma pública.