jueves, abril 18

Messi podría ir en ayuda del INADI contra la discriminación, la violencia y los papelones

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nota extraída de TN por Marcos Novaro

El capitán argentino ha dado infinidad de lecciones contra la violencia en el fútbol, pero el instituto que dirige Victoria Donda no se deja impresionar por ese tipo de ejemplos sino por discurseos pretenciosos y contraproducentes. Albertismo puro.

El ridículo manual de buenas prácticas para el periodismo deportivo que cubra el Mundial que difundió el Instituto que dirige Victoria Donda esta semana me hizo acordar, por oposición, del episodio a la vez más féliz y educativo que recuerdo en materia de espectáculos futbolísticos.

La Selección argentina acababa de ganar la copa América, sus jugadores festejaban y bailaban en el Maracaná, todo era alegría. Parecía que no hacía falta nada más para hacer de ese día uno de esos raros momentos en que nos sentimos orgullosos del país que tenemos, cuando sucedió algo más y las cosas salieron aún mejor. Algunos de los integrantes del plantel, ganados por el entusiasmo, empezaron a entonar un cantito burlón contra Brasil, metiendo el dedo en la llaga doblemente, porque no solo era el anfitrión, sino que encima su equipo acababa de caer derrotado en la final. Lionel Messi los paró, alcanzó un módico gesto del capitán para que sus compañeros entendieran que estaban entrando en terreno peligroso y convenía que lo evitaran. Así que pasaron a otra cosa y la fiesta siguió.

Lo que pudo ser una mancha en el comportamiento de la albiceleste ese día, se volvió una muestra notable de imperio del sentido común, respeto al prójimo, y sobre todo, de la capacidad de autorregulación de un grupo de futbolistas que estaba en plena formación de sus liderazgos, empezando a forjar su historia y sus reglas.

AME1611. RÍO DE JANEIRO (BRASIL), 10/07/2021.- Lionel Messi de Argentina abraza a Neymar Jr de Brasil hoy, en la final de la Copa América entre Argentina y Brasil en el estadio Maracana en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Sebastiao Moreira
AME1611. RÍO DE JANEIRO (BRASIL), 10/07/2021.- Lionel Messi de Argentina abraza a Neymar Jr de Brasil hoy, en la final de la Copa América entre Argentina y Brasil en el estadio Maracana en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Sebastiao Moreira Por: EFE Servicios

La violencia y la discriminación por ejemplo. En el fútbol ellos siempre han sido, en gran parte, culpa de los barras. Pero no solo de ellos. También de los gobiernos, y en particular de las fuerzas de seguridad, que con su desidia o complicidad toleran o hasta alimentan a los barras y a toda la amplia gama de conductas delictivas o agresivas a que son afectos. Comprometen también a las autoridades de los clubes y sus asociaciones, que en ocasiones comparten esos negocios y estimulan un fanatismo virulento. Que a veces contribuyen asimismo a promover los propios equipos, o algunos jugadores en particular. Nada de eso es desconocido, se ha discutido y rediscutido hasta el cansancio y vuelve a quedar a la vista cada vez que hay muertos o heridos en un partido de fútbol, en nuestro país o en otros.

El INADI acaba de ignorar todo eso, y difundió un manual de instrucciones contra la violencia y la discriminación en ese deporte que apunta para otro lado. Y qué curioso, ese otro lado son, una vez más, los periodistas. Lo primero que busca así el instituto que dirige Donda es disculpar a todos los que promueven la violencia en el fútbol, al dar a entender que ella se podría remediar si los relatores y comentaristas de los partidos hablaran de otra manera. Ya con eso hay bastante para preocuparse.

Pero es mucho peor, porque las recomendaciones son además de absurdas y desencaminadas, contraproducentes. Si los apuntados le dieran bolilla al manual de buenas prácticas del organismo que lidera Victoria D., lograrían seguramente el efecto contrario, pues se promovería el gusto por y la práctica de un relato futbolístico que, para ser auténtico y transmitir mínimo entusiasmo, solo le quedaría volverse por completo virulento, fanático y descalificador. Es el tipo de reacción esperable a la ‘corrección’ cada vez que ella se vuelve represiva y absurda, ya lo conocemos en muchos otros ámbitos, para empezar, la política de democracias muy consolidadas.

Aunque lo más sorprendente de todo tampoco es eso, es que estos burócratas de la no discriminación hayan pretendido intervenir en el mundo del fútbol sin interactuar en lo más mínimo con ningún actor sensato de ese ámbito, y en particular sin hacer uso de los grandes recursos de que dispone en estos momentos para ayudarlos la mismísima Selección argentina. Y Messi en especial.Bloque HTML de muestra

El mejor jugador del mundo es también de los más correctos jamás vistos en la cancha, de los menos violentos en sus reacciones, aún en situaciones de máxima presión. Y destaca por mostrarse comprensivo con quienes no tienen otra que faulearlo para frenarlo, y por transmitir alegría por lo que hace sin volverse agresivo ni descalificador con los adversarios. Es, en suma, una fenomenal muestra de cómo disfrutar del deporte y el espectáculo sin promover los vicios a los que ellos suelen estar vinculados.

Que a nadie en el INADI se le haya ocurrido recurrir a él, y en cambio hayan recurrido a un montón de farsantes, supuestos expertos, consultores, asesores y entenados para escribir una sarta de tonterías, muestra que esta gente gasta nuestros impuestos sin el menor criterio. Y también que comparte otros dos problemas generales de este gobierno: primero, tienen además de ideas muy malas sobre los problemas, poquísimo sentido práctico para aplicarlas, y segundo, se comportan como una secta, así que a menos que seas del palo, no te dan bola.

Como la Selección y en particular su capitán los han ignorado soberanamente cada vez que quisieron sacar provecho político del entusiasmo que generan en el público, parece que han concluido que les conviene devolverles con la misma moneda, y a Messi no quieren ponerlo de ejemplo, ni menos reconocer que pueden aprender algo de él.

En otros tiempos, con otro capitán, otro director técnico, y lamentablemente otros resultados, el negocio político del fútbol lo manejaron mucho mejor. Hoy no tienen calce, y entonces hablan de fútbol pero desde fuera del fútbol. Una pena, porque les hubiera costado dos pesos y quedaban como unos reyes si simplemente reproducían la secuencia en que Messi dio clases esa tarde en el Maracaná, primero de fútbol, y después de buena gente, sentido común y profesionalismo. Pero no, decidieron gastar un dineral en sus amigos consultores, para hacer un texto ridículo y contraproducente.

Por suerte ya no manejan la Selección, solo pueden tratar de vanagloriarse de ella, y ni siquiera.

Se dirá que si no hubiera sido porque Neymar Jr. es su amigo, el capitán argentino hubiera ignorado la cuestión, o hasta se hubiera plegado a sus más desatados compañeros. Pero eso sería ignorar la conducta que siempre mostró Messi y la dedicación que ha puesto en ayudar a su tocayo Scaloni a moldear la Selección que desean. Una claramente alejada de los conocidos vicios que suelen enturbiar el disfrute de este deporte, en Argentina y muchos otros lugares.