viernes, abril 19

Mientras avanza con la reforma de la Corte, el kirchnerismo busca impulsar las consultas populares

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En plena interna del oficialismo, el sector que responde a Cristina Kirchner marca la agenda parlamentaria. Intentará darle dictamen a ambos proyectos en las próximas semanas para ir al recinto en la primera quincena de junio.

Avanza en el Senado el proyecto K para reformar la Corte Suprema y modificar el número de sus miembros. Considerando los feriados de los próximos dos miércoles, el cristinismo buscaría emitir un dictamen de comisión la primera semana de junio y pasar al recinto en la primera quincena. En simultáneo, presionará con otro proyecto que emite señales para la interna: quiere flexibilizar el llamado a las consultas populares.

Este miércoles, con el exjuez de la Corte Eugenio Zaffaroni como invitado, volvió a reunirse el plenario comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales. La oposición de Juntos por el Cambio decidió no participar del debate, en rechazo a la iniciativa impulsada por el oficialismo para reformar el máximo tribunal.

El Frente de Todos tiene dos proyectos presentados. El más cercano a las pretensiones cristinistas es el de la senadora por Neuquén Silvia Sapag, que busca ampliar de 5 a 15 el número de miembros de la Corte Suprema, y propone analizar sus antecedentes laborales, las empresas que integraron y los clientes que tuvieron como abogados. Sin embargo, todavía no está definido cuál va a ser el número final.

Mientras tanto, en los últimos días, Oscar Parrilli, uno de los senadores más cercanos a Cristina Kirchner, le reclamó al titular de la comisión de Asuntos Constitucionales abrir el debate de los proyectos presentados por el oficialismo para modificar y flexibilizar la ley para el llamado a consultas populares.

Una de las iniciativas es del propio Parrilli, y otro de la presidenta del recientemente creado bloque K de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tulio, y ambos presentados a fines del año pasado.

La razón por la que el debate de los proyectos no comenzó este mismo miércoles, indicaron en la bancada cristinista, es que debe ser debatido solo en la comisión de Asuntos Constitucionales, y la reunión de hoy para tratar la reforma de la Corte incluía a la de Justicia y Asuntos Penales.

La vicepresidenta Cristina Kirchner, en una sesión de la 
Cámara de Senadores (Foto: NA: MARCELO CAPECE)
La vicepresidenta Cristina Kirchner, en una sesión de la Cámara de Senadores (Foto: NA: MARCELO CAPECE)

Pero la intención del oficialismo, considerando otra vez los feriados de los próximos dos miércoles, sería comenzar el tratamiento en los próximos días, conseguir un dictamen entre fines de mayo y principios de junio y pasar al recinto en la primera quincena de este último mes.

Los proyectos apuntan, entre otros puntos, a reducir el número de votos necesario en ambas cámaras del Congreso para convocar a una consulta popular que, en caso de ser vinculante, obligaría a sancionar una determinada norma.

El sector cristinista del Senado hay molestia con lo que viene sucediendo en Diputados. Hasta ahora, proyectos como la reforma judicial (del fuero federal), la del Ministerio Público Fiscal o la del Consejo de la Magistratura han sido aprobados en la Cámara Alta, pero quedaron dormidos en la Cámara Baja, donde el oficialismo tiene menos legisladores pero también menos voluntad política de forzar el tratamiento de determinadas iniciativas.

La consulta popular -que hasta ahora nunca se ha utilizado- está vedada por ley, y así también lo admite el proyecto de Oscar Parrilli, para aquellos proyectos en los cuales se traten reformas a la Constitución Nacional, presupuesto nacional y temas tributarios, materia penal y Tratados Internacionales.

Para el oficialismo sí se podrían consultar, en cambio, proyectos como una modificación del número de miembros de la Corte.

Qué dice el proyecto del kirchnerismo para flexibilizar el llamado a consultas populares

En sus fundamentos, el proyecto de Oscar Parrilli señala que “las mayorías adoptadas al sancionarse esta ley redundaron en la imposibilidad de convocarse a Consulta Popular por cuanto desde su sanción jamás se pudo convocar a una”.

Bajo ese argumento, la iniciativa señala que tanto una consulta popular vinculante, como una no vinculante, convocada a instancia de cualquiera de las Cámaras del Congreso “deberá ser aprobada por el voto de la mayoría de miembros presentes en cada una de ellas”. En la redacción original de la ley vigente habla, en cambio, de “mayoría absoluta”.

“La mayoría de los miembros presentes adoptada mediante la presente reforma, para aprobar la ley de convocatoria a Consulta Popular, permitirá una mayor dinámica facilitando para que la misma pueda ser convocada”, sostiene.

El proyecto de Oscar Parrilli para reformar la ley de Consulta Popular by Todo Noticias on Scribd

El proyecto, al igual que el de Di Tullio, establece además que el día fijado para la realización de una consulta popular podrá coincidir con otro acto eleccionario, algo que actualmente está prohibido.

“La posibilidad de realizar en forma simultánea un acto eleccionario con una consulta popular, brindará a la ciudadanía la oportunidad no solo de participar en las decisiones que ayudarán a su futuro sino también para conocer el pensamiento y las ideas que tienen los candidatos a los que deben acompañar con su voto”, justifica el texto.