jueves, noviembre 14

Milei calienta la interna de Cristina en el PJ, pero tensa la relación con sus propios aliados

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Con la estrategia para sostener el veto, el Gobierno enfrentó a la dirigente con gobernadores. El «factor Quintela» y el riesgo para el oficialismo

Las gestiones del gobierno de Javier Milei para sostener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario en la Cámara de Diputados metieron una cuña en la interna del PJ, al generar un enfrentamiento entre Cristina Kirchner y un grupo de gobernadores peronistas, aunque, por otro lado, la estrategia parlamentaria del oficialismo empieza a mostrar señales de agotamiento.

Además del PRO y del grupo de diputados radicales más alineado con el Gobierno, el triunfo de Milei al impedir que la oposición ratificara la ley que había vetado contó con una ayuda muy importante de los gobernadores peronistas Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), que forzaron votos o ausencias clave para el triunfo del Gobierno.

Esto hizo que Cristina Kirchner saliera al cruce de esos gobernadores. Si bien no los mencionó con nombre y apellido, se entendió de inmediato que se refería a ellos al hablar de «transfuguismo político». La acusación sería apenas parte del decorado en la disputa que abrió Milei si la exvicepresidenta no estuviera, como está hoy, en carrera para presidir el PJ a nivel nacional.

«Es fuerte porque se da en el medio de la interna y ella tiene enfrente a un gobernador», comentó a iProfesional una fuente del peronismo, en referencia al riojano Ricardo Quintela, quien este jueves se inscribió oficialmente como candidato a presidir el PJ y se encamina a enfrentar a la exmandataria.

Cristina Kirchner, en alerta por los puentes entre Javier Milei y gobernadores del PJ

En el escrito que publicó Cristina Kirchner en sus redes sociales hizo referencia a gobernadores del PJ «que habrían influido sobre algunos legisladores de sus provincias, para plegarse a la estrategia de apoyo al veto de Milei». Además, a partir de artículo periodístico en el cual se señaló que el Gobierno «aprovechó las necesidades provinciales» para fisurar a la oposición, calificó el accionar de esos dirigentes como «verdadero transfuguismo político».

Uno de los detalles más sobresalientes de la sesión de Diputados fue el comportamiento de la catamarqueña Fernanda Ávila, que bajó al recinto, pero se retiró antes de la votación. Fue la única integrante de Unión por la Patria que no votó a favor de la ley. En la bancada peronista lo atribuyeron a la influencia de Jalil. No hizo falta que Cristina Kirchner lo nombrara.

La publicación la exvicepresidenta de Alberto Fernández aludió además al apoyo que recibió el oficialismo de los tres diputados tucumanos que tienen un bloque aparte (se fueron de Unión por la Patria a principios del año), pero responden directamente a Jaldo, quien al igual que Jalil forma parte del PJ.

Pero lo que confirma que la votación frente al veto de Milei pegó adentro del PJ y que la crítica de Cristina Kirchner apunta más a la interna peronista que al resultado de la sesión fue su reproche a la «carita sonriente y los deditos en V de otro diputado del peronismo de Misiones que hizo lo mismo».

Así señaló -esta vez sí de forma mucho más directa- a Alberto Arrúa, que se abstuvo de votar al igual que los misioneros y ayudó así al oficialismo. Todos esos diputados están alineados con el partido provincial Frente Renovador de la Concordia, que lideran el gobernador Hugo Passalaqcua y Carlos Rovira, pero Arrúa es nada menos que el apoderado del PJ de Misiones.

¿Por qué la estrategia de Javier Milei mete una cuña en la interna peronista?

La ausencia de Ávila en Unión por la Patria también fue criticada poco antes por el PJ de Catamarca, cuya presidenta es la senadora nacional Lucía Corpacci, muy cercana a Cristina Kirchner. El gobernador Jalil es el vice.

De esta forma, la jugada de los alfiles políticos de Milei que fatigaron los teléfonos de los gobernadores para conseguir el apoyo que les permitió finalmente blindar el veto presidencial pegó fuerte en la carrera por la conducción del PJ, que se definirá el 17 de noviembre próximo y que tiene como competidores a la expresidenta y a Quintela.

La candidatura de Cristina Kirchner al PJ ya agitó el barco peronista. Hay gobernadores e intendentes que desconfían porque creen que la expresidenta y La Cámpora intentarán disciplinarlos a todos de cara a las próximas elecciones. Tienen en cuenta que Máximo Kirchner ya preside el PJ bonaerense y Alicia Kirchner el de Santa Cruz.

En ese contexto, la crítica abierta de Cristina Kirchner a dos gobernadores agita la posibilidad de que algunos de esos jefes provinciales se animen a respaldar a Quintela en la interna, algo que sumaría tensión a la que ya existe por el llamativo silencio de Axel Kicillof, hoy enfrentado con Máximo Kirchner, frente a la decisión de la expresidenta de encabezar el peronismo.

Para más, Cristina Kirchner cerró sus cuestionamientos a gobernadores y legisladores peronistas con la siguiente frase: «Nos obliga hoy, más que nunca, a enderezar lo que se torció». La expresidenta ya dijo que se propone «ordenar» el peronismo. De su carta se desprende que en ese plan no entraría la autonomía de los gobernadores del PJ para negociar con Milei.

Riesgo para el Gobierno: ¿qué clima quedó entre los aliados tras el debate sobre el veto?   

No obstante, la estrategia del Gobierno que dividió a prácticamente todos los bloques de diputados de la oposición y ahora también al PJ, tensó la cuerda con muchos de esos aliados que, hasta ahora, le sostuvieron dos vetos socialmente sensibles (sobre jubilados y universidades) y tienen los votos que necesita para pulsear con la numerosa bancada peronista.

Según deslizaron fuentes parlamentarias a iProfesional, los tres diputados tucumanos «quedaron molestos» y solo apoyaron al Gobierno por la presión de Jaldo. El gobernador se había expresado días antes en defensa de las universidades públicas y ellos (Agustín Fernández, Elia Fernández y Gladys Medina) no querían pagar el costo de respaldar el veto. La razón se vio el miércoles, cuando aparecieron carteles acusándolos de «ratas» en la Universidad Nacional de Tucumán.

Más grave para el Gobierno es el clima de agotamiento que empieza a respirarse en el PRO de Mauricio Macri, que apoyó el veto de Milei a regañadientes y entre críticas a la presunta «falta de gestión» para resolver el conflicto con los docentes universitarios sin llegar a una pelea parlamentaria. En el partido comentan que fue «el último gesto de amor».

Si bien es dudoso que la alianza Milei-PRO se pueda romper, el clima quedó caldeado. «Estamos recalientes. No todos estaban de acuerdo con esto», confirmó una fuente partidaria a iProfesional. Por eso, el jefe del bloque, Cristian Ritondo, advirtió durante la sesión que a partir de ahora exigen «una mejor gestión, no hay que tener mala praxis«.

El PRO, Miguel Pichetto y el desafío que le plantean a Javier Milei, de cara al Presupuesto 2025

«Se prorrogó el Presupuesto 2023 sin definir los ingresos para la educación superior y en la transparencia que se discute, no conformamos la Auditoría General de la Nación (…) y no se derogó el decreto de ley del procurador Zanini, que priva a la Sigen de hacer auditorias en las universidades», señaló Ritondo y remató: «Este Gobierno ha cometido estos errores».

A ese llamado de atención por parte del PRO se le suma el que les hizo Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, que hoy está más enfrentado con el oficialismo, pero que nunca dejó de mostrar voluntad de acuerdo. El experimentado legislador le advirtió al Gobierno que a diez meses de haber asumido ya «debería haber consolidado una mayoría parlamentaria sobre la base del dialogo, de la construcción razonable, de la propuesta en ideas».

Pichetto sostuvo que el Ejecutivo «está jugando con valores realmente muy sensibles», en referencia a los jubilados y las universidades, y avisó que «el camino no es el adecuado» ni tampoco «conveniente para el país o para el Gobierno». La crítica viene de un diputado que históricamente mostró inclinación a colaborar con los oficialismos, pero que hoy no encuentra voluntad de la otra parte.

En ese marco, una importante fuente de ese bloque indicó a iProfesional que ahora la discusión por el financiamiento universitario «se va a dar en el Presupuesto 2025» y «con dictamen propio». Es decir, que no están por ahora dispuestos a apoyar al oficialismo en ese debate, sino a presentar un proyecto propio con correcciones. Ya pidieron, además, que se cite a los representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

De esta forma, Javier Milei cosechó un doble triunfo con su estrategia: defendió su veto a la Ley de Financiamiento Universitario y acicateó la interna que libra Cristina Kirchner dentro del PJ, su opositor más férreo. Sin embargo, con el mismo movimiento tensó la cuerda con sus aliados en la antesala del debate más importante para su gestión.