viernes, marzo 29

Misiles y petróleo: el verdadero alcance de la alianza entre Maduro e Irán y por qué es importante para América Latina

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El académico Luis Fleischman señaló que el régimen bolivariano necesita la experiencia de Teherán para completar su proyecto totalitario

(Infobae / William Ferreira)

Cuando le sobra tiempo y no está dedicado a cometer delitos contra los derechos humanos, Nicolás Maduro vive de alimentar su imaginación. También de sus provocaciones. Venezuela puede comprar armamento al país que le dé la gana. Me parece una muy buena idea, dijo el pasado miércoles. El bolivariano se refería a la adquisición de misiles de largo alcance que podrían ser enviados por la teocracia y que los Estados Unidos ya advirtieron que no permitirán que se concrete. Los destruiremos, avisó Elliot Abrams, enviado especial Washington para los asuntos del país caribeño. Es impensable otro octubre de 1962.

Irán anunció su intención de vender armas y Venezuela es un objetivo claro”, expresó Abrams, llamando a ambos países “regímenes aislados del mundo. Los dos estados son casi parias, sostenidos por mandatarios externos que desprecian las instituciones de la democracia. La alianza entre el Palacio de Miraflores con Teherán nació con fuerza en tiempos de Hugo Chavez y Mahmoud Ahmadinejad: épocas en que el valor del barril de petróleo le permitía al comandante revolucionario obrar milagros. También para que el creador del Socialismo del Siglo XXI empujara a otros pares regionales a abrazarse con los ayatollahs.

Fue en aquellos años dorados en que la ruta Caracas-Teherán floreció con aviones comerciales de Mahan Air. Esos vuelos iban sin pasajeros. Ahora arriban otros, más esporádicos, que llegan cargados y se van cargados. Como antes, nadie sabe decir con exactitud en qué consiste la permanente transacción.

Luis Fleischman, profesor en Palm Beach State College, presidentedel Palm Beach Center for Democracy & Policy Research y experto en Medio Oriente y América Latina señaló que el régimen bolivariano necesita la experiencia de la teocracia iraní para completar su proyecto “totalitario-revolucionario”.

– ¿Cómo analiza la actual situación del régimen de Maduro?

– El gobierno de Nicolás Maduro es un gobierno ilegítimo y represor que ha llevado a la bancarrota al país y ha condenado a la sociedad venezolana a una pobreza total. El régimen sigue el modelo cubano de perpetuarse en el poder a cualquier precio como principal objetivo. Se sostiene mediante alianzas con la cúpula militar, grupos para militares, delincuentes y apoyo logístico y de inteligencia por parte de Cuba y apoyo político, económico y militar de potencias y países de afuera como Rusia, China, Irán y ahora también Turquía, un país forajido en ascenso. El régimen de Maduro también ha convertido a Venezuela en un narco-estado que actúa fuera de la legalidad adentro y fuera de Venezuela.

– ¿Cuál es su impresión de la relación entre Venezuela e Irán? ¿Cómo se beneficia cada uno con ese vínculo?

– La relación entre Venezuela e Irán es multidimensional y de interés mutuo. Primero hay una alianza ideológica. Ambos son antiamericanos y buscan reducir el poder de Estados Unidos en sus respectivas regiones y, si es posible, en el mundo. Chávez definió las revoluciones islámica y bolivariana como “revoluciones hermanas”. Venezuela necesitaba las capacidades subversivas de Irán para llevar a cabo una guerra asimétrica para expandir su revolución en América Latina y para defender al régimen de una potencia invasión estadounidense o extranjera. El régimen bolivariano además necesitaba la “valiosa” experiencia de Irán en la construcción de un régimen totalitario-revolucionario para complementar lo que Cuba ya venia haciendo.

Hezbollah y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) también han establecido una presencia en la región, entrenando a soldados de la “revolución” en campamentos venezolanos e incluso ayudando a diseñar y construir la “Escuela de Comando Anti-Imperialista” iniciada por Evo Morales. Esto era un campo de entrenamiento militar en Bolivia cuyo objetivo principal seria adoctrinar ideológicamente a los soldados y fortalecer los vínculos entre las fuerzas armadas y las nuevas revoluciones latinoamericanas. Por su parte, Irán necesitaba que Venezuela ampliara su presencia en América Latina.

– ¿Cree que se concretará la transferencia de misiles del régimen de Teherán a Caracas?

– Estas acciones pueden poner a los Estados Unidos a merced de ataques terroristas no sólo de Hezbollah, sino de cualquier otro grupo terrorista que establezca una alianza con Irán, incluido el Estado Islámico o Al Qaeda. Ha habido evidencias de una relación entre Irán y Al Qaeda en los últimos años, por lo que no se debe descartar una cooperación similar en América Latina. De hecho, en agosto de 2016 el Comando Sur informó de la infiltración de 30.000 sunitas provenientes de Oriente Medio, lo que equivale al 10 por ciento del movimiento ilegal proveniente de la frontera sur.

En 2016, un oficial que trabajaba en la embajada de Venezuela en Bagdad acusó a la embajada de vender pasaportes a quien pagara. El oficial fue testigo de cómo funcionarios de la embajada vendían pasaportes venezolanos a personas del Medio Oriente, incluidos criminales y terroristas de Irak y Siria. Dados los informes de la actividad de ISIS en estos países, no sería sorprendente que algunos de estos pasaportes se vendieran a personas afiliadas. A esa nefasta organización

– ¿Qué lectura hace de las declaraciones de Elliot Abrams que dijo que destruirían cargamentos de misiles iraníes a Venezuela?

– Irán tiene capacidad de llegar con sus misiles y eso le otorga posibilidad de acceso a perpetrar ataques en los Estados Unidos. No hay una clara evidencia de que esta intención exista, pero hay que tomar eso como una seria posibilidad ya que tuvimos un precedente con los misiles en Cuba en 1962. La crisis de 1962 se solucionó gracias a la racionalidad de J.F. Kennedy y Nikita Khrushchev. Fidel Castro quiso mantener los misiles en territorio. Veo a Irán y a Venezuela más cerca de la postura de Castro que de la de Khrushchev.

– La destrucción de una nave iraní en aguas internacionales con misiles de largo alcance, ¿qué implicancias podría tener para la estabilidad de la región y para Medio Oriente?

– Para Medio Oriente es difícil de decir, pero seguramente Irán buscaría una forma de llevar a cabo represalias contra aquel que disparó el misil. Y esto podría ocurrir en cualquier lugar incluso en América Latina. Abrams ya declaró que los Estados Unidos no intervendrían militarmente y eso es consistente con la filosofía de Trump. Pero a la vez una operación quirúrgica como la destrucción de misiles es posible e incluso gozaría de apoyo en los Estados Unidos dado que sería una operación aérea con mínimas o cero bajas.

– ¿Qué papel podrían jugar otros socios estratégicos de Venezuela -como Rusia o China- de hundir un barco con misiles de largo alcance?

– Rusia y China no buscarían confrontación militar con los Estados Unidos y menos para proteger a Irán o a Venezuela. Por eso yo he venido proponiendo la idea de un bloqueo naval a Venezuela para evitar que armas y cargamentos de Irán, Rusia y China sigan llegando. Si bien es definido como un acto de guerra porque hay movilización de fuerzas, no necesariamente encendería la llama de una guerra.

– ¿Qué significa en términos geopolíticos este intento de transferencia de armas del régimen de Teherán al de Maduro?

– Irán esta muy interesado en mantener vivo a su aliado al igual que lo esta haciendo con Bashar Al Assad en Siria desde anos. Irán valora a sus aliados y los cuida. Las actividades criminales de Irán son un componente clave de esa estrategia. El crimen organizado es una pieza fundamental en la exportación del yihadismo, sobre todo en momentos en que la propia República Islámica es objeto de severas sanciones. Los barcos, aviones y compañías de transporte iraníes se utilizan para el tráfico de drogas y alcohol, para el contrabando de petróleo y para el tráfico de armas en gran escala. Irán percibe dinero por la producción de opio en Afganistán y, a cambio, proporciona armas a los talibanes, quienes los usan para combatir a las fuerzas de la OTAN y de los Estados Unidos, en Afganistán. La actividad ilegal se utiliza principalmente para expandir la yihad o el terrorismo y para financiar a sus aliados en Siria, Yemen, Irak, y Líbano.

– Siempre se vinculó a los carteles del narcotráfico venezolanos con el grupo terrorista Hezbollah. ¿Cuál es el papel que juega en esta relación Irán?

– Hezbollah es un representante además de ser creación de Irán. Hezbollah es una pieza clave en las actividades criminales de Irán con los carteles de la droga. Las actividades criminales de Irán seguirán aumentando mientras las sanciones en su contra se intensifican y sus arcas fiscales se vacíen. Hezbollah recibe de Irán solo el 20% de su presupuesto. El crimen organizado le aseguraría el otro 80%.

f:Infobae,por Laureano Pérez Izquierdo