Mundo paralelo: En Alemania sobran las vacunas y faltan voluntarios para inyectarse

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El exceso de burocracia, la restricción en el rango etario que puede ser inoculado y la desconfianza en la vacuna de AstraZeneca son las razones que generan esta particular situación en la nación europea Con el comienzo del calendario vacunatorio a finales de 2020, el mundo entro en una carrera por conseguir la mayor cantidad de vacunas posible para inmunizar a su población. Hasta el momento son pocos los países que no han enfrentado problemas de escasez y ya han inoculado a gran parte de su población: Israel y Emiratos Árabes Unidos son algunos de los pocos países que forman parte de este selecto grupo.

Por el contrario, el común de las naciones a nivel mundial sufre retrasos en su calendario de vacunación generando el enojo y los reclamos de sus ciudadanos. Sin embargo, Alemania es un caso distinto: la principal economía europea no esta vacunando al nivel prometido pese a que hay vacunas disponibles para avanzar con la inoculación. Allí, lo que faltan son voluntarios que deseen recibirla. Los alemanes apuntan como responsables al exceso de burocracia en el país.

Los ciudadanos alemanes miran con recelo como avanza la campaña de vacunación en el Reino Unido y como lograron inocular a mas de medio millón de personas en tan solo unos días. Actualmente se encuentra tercero en el ranking con mas de 33 vacunas administradas cada 100 personas. Incluso admiran a Estados Unidos con su particular programa de inoculación que se extiende hasta supermercados y farmacias.

Los países anglosajones tuvieron una estrategia mucho más pragmática”, dijo Hans-Martin von Gaucecker, profesor de económicas en la Universidad de Bonn. “Lo que normalmente hace fiable y resistente a la burocracia alemana se convierte en un obstáculo en una crisis, y cuesta vidas”, aseguro al medio AP.

Otro de los problemas que enfrenta Alemania es la fuerte restricción en la edad de quienes podían recibir la vacuna: solo personas de riesgo y que sean menores de 65 años. Las restricciones de edad se han sumado a problemas iniciales por demoras en las entregas y una extendida reticencia hacia la vacuna.

Pese a que la vacuna sea ampliamente utilizada en Gran Bretaña (y miren con recelo su calendario de vacunación) y el propio gobierno británico haya elaborado un informe en el que se mostraba una eficacia en torno al 60% a la hora de prevenir casos sintomáticos de Covid-19 en mayores de 70 años con una sola dosis, y del 80% con la segunda, no es suficiente para generar confianza en los alemanes.

Los germanos han desarrollado una preferencia por la vacuna Pfizer-BioNTech que está causando una acumulación de vacunas de la producida por AstraZeneca, según informa el New York Times. “Muchas personas, incluidos los trabajadores de la salud, se saltan las citas o se niegan a inscribirse para la vacuna AstraZeneca, que temen que sea menos efectiva que la vacuna Pfizer-BioNTech”, sostienen los funcionarios al mismo medio.

El rechazo por este antídoto fue alimentado por la cobertura negativa que le dieron los medios de comunicación alemanes que la calificaron como de “segunda clase” en base a la menor eficacia respecto a la de Pfizer que fue producida también por un laboratorio alemán.

Todo esto ha provocado retrasos en una campaña de vacunación masiva que ya estaba luchando con trabas burocráticas y logísticas. Las preocupaciones también crecen: con el aumento de nuevos casos de infectados por coronavirus, incluso cuando Alemania permanece en gran parte en cuarentena, la falta de inmunización para suficientes personas con la rapidez requerida podría obstaculizar los esfuerzos para devolver al país a la vida normal.

 

Con información de AP