El hecho ocurrió en Estados Unidos. El sepulturero se encontraba trabajando en el cementerio cuando un contratiempo lo dejó enterrado y pese a los esfuerzos no lograron salvarlo.

Rodwin Allicock, de 42 años, murió enterrado vivo cuando se derrumbó la tumba que cavaba. El hombre trabajaba como sepulturero en el cementerio Washington Memorial Park, en Estados Unidos.

Allicock se encontraba trabajando a dos metros de profundidad cuando las paredes de la excavación se vinieron abajo, y lo dejaron bajo tierra. Pese a que sus compañeros, socorristas de la policía y bomberos, intentaron rescatarlo con vida, los esfuerzos fueron en vano.

La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional del Departamento de Trabajo inició una investigación para esclarecer el hecho.

200 ataúdes cayeron al mar tras colapsar un acantilado y “navegaron” sin rumbo

Durante las últimas semanas, la región de Liguria, en Italia, sufrió de fuertes lluvias. La gran cantidad de agua que cayó generó movimientos de tierra y un cementerio que estaba ubicado cerca de la costa colapsó, cayendo más de 200 ataúdes al mar.

Tino Revello, concejal de Obras Públicas del lugar, aseguró que “la zona estuvo bajo control, vigilada y acordonada durante unos días porque se oían crujidos“. A pesar de los intentos, el cementerio de Camogli terminó en el mar, por lo que cerca de 200 ataúdes quedaron flotando a la deriva hasta que los servicios de emergencia lograron subirlos a un barco.

Ante la terrible situación, se convocó a una brigada especial de “Prevención de riesgos biológicos”, ya que se deberá ver a quiénes pertenecían los cuerpos enterrados y si alguno de ellos había fallecido por coronavirus.