El ataque al centro de Bagdad ocurrió 24 horas después del lanzamiento de misiles iraníes sobre bases que albergan a soldados estadounidenses en la capital iraquí. Varios testigos reportaron que las sirenas de las embajadas comenzaron a sonar en el lugar.
Así como lo ocurrido en los ataques anteriores, las miradas estuvieron puestas en las milicias chiítas de Irak, que cuentan con el respaldo y el financiamiento de Teherán, y que prometieron venganza por la muerte de Soleimani.
Sin embargo, los ataques con cohetes contra la Zona Verde son relativamente frecuentes y se han venido produciendo a menudo con anterioridad al estallido de la escalada entre Washington y Teherán en los últimos días.
Fuentes de seguridad iraquíes señalaron que uno de los cohetes ha caído entre un edificio en construcción y un lago cercano a la Embajada. Además, Irán respondió en la noche del martes con el lanzamiento de misiles contra dos bases militares que albergan a tropas estadounidenses en el oeste y norte de Irak, un ataque que no causo víctimas, según han confirmado fuentes de Bagdad y Washington.