“Ojalá estuviésemos armados”, Jones Huala reivindicó los ataques mapuches
El líder de la RAM es juzgado por el incendio de un campo y robos a propietarios en la ciudad de Esquel. Además se define su extradición a Chile para que cumpla condena por actos terroristas.
Mientras se desarrolla un juicio en su contra por acciones violentas en la localidad chubutense de Esquel, el líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, volvió a revindicar los ataques contra la propiedad privada.
Así lo hizo al tomar la palabra durante una audiencia convocada por la Justicia Federal, para resolver la extradición a Chile solicitada por la Justicia del país trasandino, donde debe seguir purgando una pena a seis años de prisión.
De este modo, el juez federal subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva, le otorgó el beneficio de la palabra minutos antes de cerrar la jornada de debate, por lo que el líder mapuche volvió a defender la existencia del grupo que conduce, y desafió a los jueces y a la dirigencia política de Argentina y de Chile.
Facundo Jones Huala
“¡Que viva la RAM! Para todos los que dicen que la RAM no existe, la RAM existe y resiste”, fueron las primeras declaraciones del acusado, mientras se acercaba al estrado, envuelto en un poncho tricolor y una cinta roja y negra sobre su frente.
Segundos después indicó: “Estoy orgulloso de haber combatido con mis compañeros. Ustedes nos obligaron, su clase dominante, sus socios, sus patrones, sus jefes. No solamente el capitalismo transnacional”.
“¿Cuál es el miedo que tienen? Porque yo sé que nos tienen miedo. Sé que nos tienen miedo, por eso el operativo policial. No le tienen miedo a la posibilidad de que estuvieras armados. Ojalá tuvieras las mismas armas. Ojalá tuviéramos ametralladoras y fusibles para enfrentarnos de igual a igual”, agregó el referente patagónico.
En esa misma línea, Jones Huala, remarcó: “Nunca me callé ni me voy a callar, no me intimidan las esposas, ni los golpes de las policías, ni los tiros. Estuve en enfrentamiento con las fuerzas armadas. ¿Piensan que les tengo miedo? No les tengo miedo. Ojalá que la próxima bala venga a la cabeza para que no tenga que aguantar otro juicio en estos tribunales”.
“Soy combativo y revolucionario, y no me arrepiento. Estoy orgulloso de serlo”, cerró el líder de la RAM, en un recinto colmado de representantes de los pueblos originarios y policías.