jueves, abril 25

Once formas de reducir el azúcar de la alimentación de los chicos

0
399
La importancia de hacerlo para crear buenos hábitos alimenticios desde pequeños

Teniendo en cuenta la gravedad del problema de la obesidad infantil en las sociedades desarrolladas, el tema del azúcar en la dieta debería ser una de nuestras prioridades a la hora de organizar la alimentación de nuestra familia.

La industria alimenticia dificulta las cosas para los padres, y es por ello que es recomendable tomar una serie de medidas para reducir su ingesta, y los más chicos no son la excepción.

1. Educar el paladar desde el vientre materno

La alimentación de la madre durante el embarazo, así como durante la lactancia materna influirá en las preferencias alimenticias del bebé cuando comience a comer por sí mismo.

Por lo tanto, es importante que la madre siga una dieta equilibrada descartando alimentos ricos en azúcares añadidos.

2. Elegir alimentos naturales al comenzar la alimentación complementaria

Es clave para que el bebé tenga una relación sana con los alimentos. El primer año de vida determina las preferencias alimentarias de los niños. Tomará lo que le ofrezcas, así que eligí alimentos naturales libres de azúcar y descartá desde el comienzo los ultraprocesados y las papillas industriales con un exceso de azúcares añadidos.

3. Para beber, siempre agua

Tiene que ser la bebida que predomine en nuestra mesa y en la rutina diaria en lo que a hidratación se refiere. Demasiados niños sacian su sed con jugos industriales o refrescos, aumentando el riesgo de obesidad y de caries.

4. Mejor la pieza de fruta entera que en jugo

No debemos sustituir una pieza de fruta por un jugo, ni siquiera por uno natural. El jugo lo metabolizaremos mucho más rápidamente, nuestro cuerpo gastará mucha menos energía en hacerlo, nos saciará mucho menos, tendrá más calorías que una pieza de fruta y las guardaremos como azúcar.

5. Evitar jugos envasados y refrescos

Ya sean caseros o industriales, los jugos de frutas presentan un alto contenido en azúcar que favorece la obesidad infantil y propicia la aparición de diabetes de tipo 2. Aún cuando lleva el aviso de “sin azúcares añadidos”, contiene casi tanta azúcar como una lata de refresco.

6. Aumentar la cantidad de fruta

Siempre tiene que haber fruta disponible para los más pequeños. Podés tener piezas de fruta cortadas en tuppers en la heladera listas para consumir, para evitar la pereza de pelarlas y cortarlas.

Ofrecelas en la merienda en gajos o trozos enteros. Podemos hacerla más atractiva preparando una pequeña ensalada de frutas o pinchando piezas a modo de brochetas.

7. Evitar la repostería industrial y las galletas

No son productos saludables y contienen una gran cantidad de grasas y azúcares, calorías vacías que nada aportan a su organismo. En cambio, podés preparar ocasionalmente bizcochos o galletas caseras.

8. Evitar los yogures industriales

Contienen aproximadamente unos 15-18 gramos de azúcar por cada 125 ml, nadie le pondría pondría 4 cucharadas de azúcar a un niño.  Podéss prepararlos en casa, elegir yogures naturales sin azúcares añadidos, o reemplazarlos por otro alimentos que cubra las necesidades de calcio y proteínas, como la leche.

9. Frutas para aportar dulzor

Podemos potenciar el dulzor de los postres con frutas y no con azúcares añadidos. Las frutas desecadas en los yogures, especias como la canela, el anís estrellado o la vainilla, el limón o la lima en el queso batido. Son pequeños cambios que suprimen el azúcar pero no le quitan atractivo a nuestra dieta.

10. De merienda, bocadillo

Podemos ofrecérselos de pan de cereales integrales con rellenos de huevo y atún, jamón serrano y tomate natural, palta y huevo duro, etc.

11. Desayunos más saludables

Suele ser un terreno abonado para los productos cargados de azúcar “disfrazada”. Los cereales infantiles se ofrecen como fuente de energía de calidad, de fibra y otros buenos nutrientes, sin embargo, la mayor parte de ellos posee una inmensa cantidad de azúcar en su interior.

Fuente: Bebés y más