En medio de los rumores de una salida exprés del ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, y la polémica instalada respecto de los “presos políticos”, Alberto Fernández y Axel Kicillof se reúnen esta mañana en Balcarce 50, en el despacho del Presidente en la Casa Rosada.
Además de estos temas tratarán quizás los más importantes: los de la deuda provincial y nacional. Fernández y Kicillof tienen una muy buena relación, tan así es que el mandatario invitó al economista a su primera gira internacional en Jerusalén.
Ambos dirigentes incluyen en sus conversaciones al ministro de Economía Martín Guzmán, como sucedió en la definición del pago de U$S250 millones que, finalmente, la Provincia abonó a los bonistas, una semana atrás.
Pero este fin de semana, la relación Nación-Provincia sumó dos capítulos: uno, los dichos de Kicillof dando entidad a que actualmente hay “presos políticos” y la carta de Berni a Frederic (que Clarín develó) donde el ministro de Seguridad provincial le decía, con claros términos, a su par nacional que no quería contar más con efectivos de las fuerzas de seguridad nacional en territorio bonaerense.
La polémica en Seguridad llevó a que Kicillof hablara con el Presidente -con el ministro Eduardo “Wado” De Pedro participando de la tenida- y le indicara luego a Berni que “trabaje mancomunadamente” con la Nación.
Este martes habrá un nuevo capítulo y Kicillof volverá a la Rosada para ver al jefe de Estado nacional. ¿Habrá un momento para pedirle que modifique o haga silencio sobre el asunto de los ex dirigentes kirchneristas presos por disposición de la Justicia?
Esta no es la primera cita del jefe de Estado nacional con el mandatario provincial en Rosada: Kicillof ya se sentó en el sillón estilo Chesterfield del despacho presidencial cuando el gobernador quiso avanzar con una reforma impositiva en la Provincia y se encontró con el freno de la Legislatura provincial, donde en el Senado, manda Cambiemos (o Juntos por el Cambio), pues tiene mayor número de legisladores en la Cámara alta.