La ministra de Seguridad anticipó, en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, que sólo los detenidos que trabajen recibirán un salario.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó en el Complejo Penitenciario de Ezeiza el programa “Manos a la Obra”, cuyo objetivo es que todos los presos trabajen mientras cumplen sus condenas. La funcionaria explicó que este plan busca cumplir con el mandato del Código Penal de que las personas privadas de libertad se hagan cargo del mantenimiento de las cárceles y “pagar con su trabajo” la deuda con la sociedad. Enfatizó que “el ocio no es un tratamiento penitenciario” y que todos los presos deberán trabajar, sin excepciones.

Bullrich señaló que el programa busca poner fin a lo que considera una injusticia: que los detenidos puedan cobrar un salario sin trabajar. “No vamos a aceptar que el salario de una persona que sí trabaja en las cárceles sea igual o mayor al de aquella persona que ha hecho las cosas bien”, afirmó, dejando claro que la intención es distinguir entre quienes respetan las leyes y quienes las infringir.

Bullrich recorrió las cárceles de El Salvador

Además, la ministra anticipó que presentará una modificación a la ley de ejecución penal para quede establecida que solo aquellos presos que trabajen recibirán un salario. En su discurso, subrayó que las cárceles son sostenidas por los impuestos de ciudadanos que fueron víctimas de delitos, y que es necesario que los internos se hagan responsables del mantenimiento de las instalaciones penitenciarias.

El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, destacó la gestión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en los últimos meses, mencionando la implementación de un sistema para presos de alto riesgo y la creación de mecanismos de transparencia en las licitaciones para la compra de alimentos. También mencionó que se está trabajando en un proyecto para modificar la ley orgánica del SPF para adecuarse a las nuevas necesidades.

El director del SPF, Fernando Martínez, reveló que el presupuesto destinado al sistema penitenciario se incrementó significativamente en los últimos años, y que los talleres de trabajo dentro de las cárceles estaban en su mayoría vacíos. El programa piloto ya está en marcha en el Complejo 4 de mujeres en Ezeiza, donde las internas comenzaron a encargarse del mantenimiento del edificio, una labor que se replicará en todo el país bajo supervisión estricta del SPF.