«Pax armada»: Alberto Fernández y Cristina Kirchner se toman respiro de la interna hasta marzo

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Nota extraída de El Cronista por Sebastián Iñurrieta

En silencio, la Vicepresidenta y Máximo Kirchner aceptarían mantener un tenso status quo al menos hasta conocer la letra chica del ya rechazado acuerdo con el Fondo Monetario. Ese texto recién se conocería el 1M. El llamado de Cerruti a «Wado» De Pedro.

La vuelta a la incertidumbre en 80 horas. Ese tiempo pasó entre las 11 de la mañana del viernes en la que Alberto Fernández anunció el principio de entendimiento con el FMI, que deberá ser ratificado en el Congreso; y las 19 del lunes cuando Máximo Kirchner publicó su carta.

De las dudas sobre qué haría el Gobierno, en cuenta regresiva, frente al inminente vencimiento de u$s 731 millones, se pasó al misterio alrededor de qué votarán alrededor de 30 diputados más cercanos al cristinismo cuando llegue el acuerdo a la Cámara de Diputados. La diferencia es que para lo segundo falta.

Antes de subir al avión que lo llevaría a Rusia y China, Fernández dejó de dos mandatos. Uno, que el entendimiento con el Fondo deberá ser votado como lo rubricó Martín Guzmán. Y segundo, que a su regreso habrá un cambio de agenda oficial para dar otra batalla, no la de intrigas palaciegas sino contra la inflación. Pensando en la pospandemia y en la recuperación económica, apenas pise suelo argentino el Presidente desempolvará el prometido acuerdo entre precios y salarios.

Como ya contó este diario, empresarios y sindicalistas ya fueron avisados para que se vayan preparando.

El cambio de aire parte de una premisa básica: una «pax armada» firmada al interior del Frente de Todos al menos durante febrero. Fernández tiene así un mes de respiro. Este principio de entendimiento fue sellado el jueves entre el ministro camporista del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro (el renunciado que no fue) y el albertista de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.

Los ministros De Petro y Zabaleta en la cumbre del jueves para bajar los decibeles 

«Queda todo atrás. Ahora es turno de fortalecer la unidad del espacio. Y trabajaron en avanzar en el armado de una agenda conjunta de gestión en los territorios», resumieron la cumbre desde uno de los ministerios.

Sobre De Pedro arreciaron versiones este fin de semana, para coronar el también rumoreado regreso de Agustín Rossi al gabinete albertista. Se dice que el camporista, de aceitados vínculos con la Justicia, reemplazaría al otro cristinista del elenco nacional, Martín Soria. «Ayer Cerruti habló con «Wado» de parte de Alberto para decirle que era todo mentira. Que no había salido de la boca de nadie de gobierno», retrucan desde La Cámpora. 

Poroteo 

Con el habitual hermético silencio camporista, por lo bajo los reproches siguen. Al argumento del préstamo «ilegitimo» y que en dos años de negociaciones no se consiguió nada de que lo pedía Cristina Kirchner se suma otro: una encuesta que sostiene que para 4 de cada 10 argentinos, el problema de la deuda lo generó esta administración. «En el anuncio del acuerdo, Alberto no mencionó para nada a (Mauricio) Macri, que fue el que nos metió en ésto», le achacan.

La «pax armada«, en teoría, continuará hasta el 1M. En la asamblea legislativa se espera, con un vencimiento clave a fines de marzo, que Fernández revele el proyecto del entendimiento. Con los vasos comunicantes cortados, en el cristinismo están como en la oposición a la espera de la letra chica del acuerdo. La sospecha de la Vicepresidenta, repiten, es que Guzmán ocultó detalles del contrato.

Con temor a un «efecto contagio» del rechazo K, en la Casa Rosada iniciaron el poroteo, en contacto con el nuevo jefe parlamentario, el santafesino Germán Martínez, para poder anticipar qué ocurrirá en el recinto. 

¿Tienen los votos para el acuerdo? La pregunta es respondida con ironía en el Instituto Patria: «Tiene 116 apoyos asegurados». No se refieren a Frente de Todos sino al bloque de Juntos por el Cambio. 

En esa línea, con respecto a los propios que podrían seguir los pasos del líder camporista, una cuenta que algunos estiman en 30: «Eso falso», rechazan cerca de Máximo Kirchner, donde contabilizar los 118 integrantes de la bancada. 

Otra cuenta regresiva ya está en marcha.