jueves, abril 25

Peelings: cómo preparar tu piel antes del verano

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Aprovechá las últimas semanas para hacerlo antes de que se intensifiquen los rayos solares con la llegada de la primavera

Algunos tratamientos para mejorar la salud y el aspecto de la piel, como los famosos peelings químicos, se suelen hacer preferentemente en invierno cuando la exposición al sol es baja.

Los rayos solares más intensos que comenzarán con la primavera y se intensificarán al llegar al verano no son compatibles con tratamientos que barren con las células muertas de las capas más profundas porque la piel queda con mayor sensibilidad a sus efectos y se corren riesgos de hiperpigmentación o reacciones adversas.

Si luce opaca, gruesa y cansada, todavía estamos a tiempo de acudir a un peeling. Así estará más elástica, rejuvenecida y apta para recibir las cremas hidratantes, nutritivas y protectores solares, indispensables para cuidarla durante los meses de calor.

Es un procedimiento que actúa para descartar las células muertas y deja al descubierto las nuevas que se encuentran debajo de la capa de piel envejecida. Al eliminar las capas superficiales, lucirá con mayor claridad, tono uniforme, textura más suave y lisa, con menos manchas y aspecto luminoso.

Es útil para los adolescentes que tienen acné; para los adultos que quieran borrar las cicatrices que puedan haber quedado de eso; y para los que a partir de los 30 años buscan mejorar la calidad de la piel sumado a las rutinas habituales de cuidados. Después de los 40, es recomendable para atenuar manchas y a partir de los 50 para suavizar las líneas de expresión.

Debe ser realizado en un consultorio habilitado. Consiste en aplicar sobre la piel (generalmente del rostro, pero se puede hacer en otras zonas) diferentes ácidos de distintas concentraciones. Se trata de sustancias, cuidadosamente seleccionadas según cada caso específico.

Después de cada tratamiento, se aplica crema humectante, una emulsión antinflamatoria y protección solar y se debe evitar exponerse directamente al sol, generalmente por una semana a quince días, según lo que indique el médico.

Fuente: Conbienestar