El ex gobernador de Tucumán deberá responder por tres hechos de violencia sexual, psicológica y simbólica para con una de sus colaboradoras.

La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional número 10 de la Capital Federal, a cargo del fiscal Santiago Vismara y la titular de Fiscalía Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, solicitaron la elevación a juicio oral de la causa en la que el exgobernador de Tucumán, José Alperovich, está acusado por distintos hechos de abuso sexual contra su sobrina.

En el dictamen, los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) consideraron que el ex senador nacional debe responder por tres hechos de violencia sexual, dos de ellos cometidos en grado de tentativa y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal.

“En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, indicaron los fiscales que llevan el caso.

A través de un escrito, los representantes judiciales expresaron que “quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante”.

Además, se deja en claro que los primeros abusos ocurrieron a mediados de diciembre de 2017 y que persistieron hasta diciembre del año 2018, llevándose a cabo tanto en la Ciudad de Buenos Aires, cómo en Tucumán.

Dentro del dictamen, los fiscales manifestaron la relevancia de evaluar los distintos factores de la causa con perspectiva de género, considerando que “ninguna investigación judicial de violencia sexual sobre una mujer puede catalogarse como seria y exhaustiva si no toma en consideración las desigualdades estructurales entre varones y mujeres, propias del sistema patriarcal, y si no se hace cargo de analizar el impacto de esas inequidades en el caso concreto”.

En ese sentido, el texto asegura que “debe tenerse en cuenta la asimetría que había entre Alperovich y la denunciante: la relación familiar que tenían; la diferencia de edad; la situación de dependencia laboral; el posicionamiento político y social del acusado, ya que Alperovich es un reconocido político, con enorme influencia a nivel provincial y nacional, que gobernó durante años la provincia de Tucumán”.

Los fiscales sostuvieron que tanto el informe pericial psicológico como las constancias médicas, las declaraciones de los testigos y las constancias de las conversaciones entre Alperovich y la víctima fortalecieron el relato realizado por la denunciante.

Por estos motivos, señalaron que los hechos que le imputaron al ex Senador del Frente de Todos, se enmarcan en un contexto de “violencia sexual, intrafamiliar y de acoso laboral por razones de género”.