“Telleldín proveyó el arma homicida. Está acreditada su participación criminal en el hecho terrorista”, dijo Miguel Bronfman, abogado querellante que representa a la AMIA-DAIA y que acusó al hombre del delito de estrago culposo agravado por las 85 personas que murieron en el atentado.
A partir de las pruebas recabadas, la querella señaló que el motor de la camioneta que se encontró en los escombros de la AMIA estuvo en el poder de Telleldín y pertenecía a una camioneta quemada. Ese motor lo puso en un chasis que nunca se pudo determinar a qué otra camioneta pertenecía. Los abogados señalaron que para esa época Telleldín -que se dedicaba a la compra venta y armado de autos robados- tenía dos o tres camionetas para disimular y hasta publicó un aviso en el diario Clarín para eso.
“No sabemos cómo Telleldín armó la camioneta pero no obsta eso a la acusación. La única razón por la cual no lo sabemos es por las mentiras reiteradas durante 26 años por parte de Telleldín”, sostuvo Gabriel Camiser, también abogado de la querella.
Así mismo, señalaron que el boleto de compra-venta de la camioneta es falso, con una firma apócrifa y con un documento de identidad que no existía. También que el supuesto comprador, de nombre Ramón Martínez, era un conocido de Telleldín. Y que testigos sostuvieron que después del atentado Telleldín estaba muy nervioso y tuvo actitudes para hacer creer que la venta de la camioneta había existido. “Armó toda una escenografía para demostrar que el domingo 10 de julio de 1994 había vendido una camioneta. Que haya gente que si le preguntaban si Telleldín había vendido una camioneta dijeran que sí”, sostuvo Bronfman.
Los abogado señalaron que no se puede determinar que Telleldín supiese que la camioneta iba a ser usada para el atentado pero sí para un delito grave. “El delito cometido por Telleldín fue cometido en el peor atentado de la historia argentina”, sostuvo Bronfman.
En sus alegatos presentados antes el Tribunal Oral Federal 3, la querella pidió por la “inmediata detención” de Telleldín, en caso de que sea condenado a 20 años de prisión, por la posibilidad de que se geste un fuga -cuestión sobre la que hay registros-. Según el cronograma de audiencias, antes de fin de año se conocerá el veredicto.