Con una inflación acumulada del 80% y del 12,4% en agosto, el rendimiento que ronda el 10%, se queda corto. ¿Qué opciones se presentan para los inversores?
Un análisis de las variables macroeconómicas nos muestra por qué el plazo fijo ya no es una opción atractiva. La cotización del dólar ha aumentado significativamente, pasando de $185,41 en enero a $366,72 a fines de agosto, lo que representa una variación del 97,68% en lo que va del año. En comparación, el plazo fijo tradicional ha generado un rendimiento del 73,06%. Esto significa que, en términos reales, los ahorros en plazo fijo no han crecido lo suficiente para compensar la inflación acumulada del 80%.
Además, es importante destacar que, al invertir en plazo fijo, se está prestando dinero a una entidad financiera que invierte en títulos del Banco Central, lo que implica un riesgo significativo debido a la situación económica actual y el balance del Banco Central.
Sino hago plazo fijo, en qué puedo invertir
En lugar de optar por el plazo fijo, los inversores deben buscar activos con liquidez, es decir, que puedan venderse rápidamente si es necesario. En este sentido, las billeteras virtuales son una alternativa atractiva, ya que ofrecen tasas de interés competitivas y permiten acceso inmediato a los fondos. Algunas de estas billeteras están ofreciendo tasas nominales anuales del 96% al 101% para los saldos depositados.
Para la inversión a mediano y largo plazo, es fundamental considerar opciones que estén vinculadas al dólar. Simplemente comprar dólares no es invertir, sino más bien «resguardar el valor», habiendo inflación en Estados Unidos, esto ni siquiera ya es así.
Se deben considerar activos que sigan y repliquen el movimiento del tipo de cambio. Algunas opciones incluyen fondos comunes de inversión con activos dolarizados, títulos de deuda corporativos denominados en moneda extranjera y Certificados de Participación en Argentina (Cedears) que replican el movimiento de las acciones extranjeras y están atados al contado con liquidación. Estas inversiones ofrecen una cobertura eficaz frente a la devaluación y la inflaciónn.
Veamos en el siguiente cuadro como hay rendido esas inversiones mes a mes:
Al analizar el rendimiento de diversas alternativas de inversión a lo largo de este año, es evidente que algunas han logrado superar la devaluación y la inflación. Los fondos balanceados, que combinan activos de renta fija (bonos) y renta variable (acciones), han sido impulsados principalmente por el comportamiento del Merval.
Los Cedears, que representan una cartera diversificada de acciones extranjeras, han mostrado un rendimiento destacado, impulsado en gran medida por el aumento del dólar contado con liquidación y el crecimiento de las acciones tecnológicas. También, se han considerado dos obligaciones negociables, una de ley Argentina y otra de ley extranjera, que han registrado un rendimiento en pesos del 148,84% en lo que va del año.
Es importante destacar que todos estos activos seleccionados tienen una sólida oferta y demanda, lo que facilita su venta y permite a los inversores disponer nuevamente de pesos o dólares. Todo esto nos muestra que, estar en pesos no está mal, pero tenerlos invertidos es una condición necesaria para poder estar cubiertos, pero no es suficiente si no lo hacemos teniendo en cuenta algunos puntos importantes.
Tras el 12,4% de inflación en agosto, el plazo fijo se queda corto.
En resumen, la inversión en pesos puede ser adecuada, pero es esencial invertirlos de manera inteligente y teniendo en cuenta varios factores:
- Optar por inversiones vinculadas al dólar.
- Buscar activos líquidos que permitan una fácil salida en caso de necesidad.
- Elegir activos con un volumen de mercado significativo.
- Diversificar las inversiones para reducir el riesgo.
En un entorno económico caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad, la diversificación de la cartera de inversiones se convierte en un principio fundamental. No colocar todos los ahorros en un solo tipo de activo o instrumento es clave para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades. La diversificación puede lograrse al invertir en una combinación de activos vinculados al dólar, como fondos comunes de inversión, títulos de deuda corporativos en moneda extranjera y Cedears.
Además, también es prudente considerar activos locales con un historial de rendimiento sólido, como los fondos balanceados que incluyen tanto renta fija como renta variable. Al diversificar, los inversores pueden reducir la exposición a la volatilidad y mantener un enfoque a largo plazo en sus objetivos financieros.