viernes, octubre 18

Polémica: Sturzenegger insiste en eliminar una figura clave del comercio exterior

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El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ha renovado sus críticas hacia los despachantes de aduana, una profesión fundamental en el comercio exterior. A través de su cuenta en X, Sturzenegger compartió una nota del titular de Aduana, Eduardo Mallea, y reiteró su apoyo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, que propone la desregulación de la actividad y la eliminación del registro de exportadores, importadores y despachantes de aduana.

En un hilo de publicaciones, Sturzenegger destacó que, anteriormente, era necesario estar inscrito en un registro para poder exportar. El DNU, según él, elimina esta obligación, permitiendo que cualquiera pueda operar en el comercio exterior, aunque los despachantes aún deben registrarse ante la institución. Además, el DNU introduce la figura del «declarante», que puede realizar trámites sin necesidad de ser despachante, lo cual, según el ministro, generará competencia y reducirá costos.

La nota de Mallea subraya que el objetivo es «facilitar el comercio internacional, simplificando procedimientos y reduciendo costos, con el debido control aduanero». Sin embargo, esta modificación no cuenta con un consenso amplio respecto al respeto de los controles aduaneros. El Centro de Despachantes de Aduana solicitó una cautelar, que actualmente está vigente, suspendiendo los artículos 98 al 104 del DNU que legislan sobre la actividad aduanera.

Actualmente, debido a la cautelar, coexisten tanto la figura del declarante como la del despachante. Los despachantes no tienen una tarifa regulada, lo que significa que no existe un costo fijo por sus servicios. En su solicitud de la cautelar, el Centro de Despachantes de Aduana argumentó que la medida «afecta el derecho a trabajar de miles de despachantes» y podría comprometer los requisitos de seguridad en el proceso de comercio exterior.

La figura del declarante no requiere los mismos requisitos que los despachantes, como la comprobación de conocimientos en la materia, la responsabilidad ante la Unidad de Información Financiera, ni la obligación de reportar operaciones, lo que podría hacer más laxos los controles aduaneros sobre delitos de terrorismo y lavado de activos. Tampoco se requiere el examen necesario para ser auxiliar de la Aduana ni cumplir con las obligaciones específicas del Código Aduanero.

La eliminación del registro implica que no existirán sanciones en caso de infracciones, lo que según los críticos, crea una «paradoja de la desregulación». Intentar facilitar el comercio y promover la igualdad de acceso podría, en realidad, comprometer la eficiencia del control aduanero, la supervisión, la seguridad y la aplicación de normativas.

Además de los problemas señalados, el DNU menciona un registro que su propio texto suprime, generando confusión y preocupación entre los profesionales del sector y las entidades involucradas.