Defendió la postura de la controvertida Chinda Bardolino.

Las declaraciones públicas sobre la pandemia que realizó días atrás el sacerdote franciscano y director del santuario Virgen de la Peña, fray Rubén Sica, no pasaron desapercibidas, menos aún cuando el departamento San Martín registra un aumento de casos de COVID-19 que hacen temer el colapso del sistema sanitario.

En sus declaraciones, Sica comenzó refiriéndose a la posición de la médica Chinda Bardolino, quien desde prácticamente el inicio de la pandemia sentó su visión particular sobre la COVID-19. «Es una profesional seria que no va a decir algo que vaya en contra de la salud de la población. Ya han sentado postura médicos de Europa y de Latinoamérica, pero es evidente que en Argentina los médicos son más quedados», dijo. Sica dijo: «Acá tenemos que apuntar al bienestar de la población y por eso es que me he dedicado a estudiar las propiedades del CDS (dióxido de cloro) porque me han facilitado libros. Es un medicamento que hasta puede reemplazar algunos tratamientos de quimioterapia y sé de gente que lo está consumiendo hace años por otras enfermedades como artritis y artrosis».

Agregó: «Por supuesto que no se puede consumir por cuenta de uno sino con una guía médica y yo lo estoy haciendo».

El religioso, conocido por su trabajo con las comunidades más postergadas, señaló: «¿Cuál es el punto? Que una de las industrias más grandes a nivel global es la farmacéutica y no le conviene que la gente esté sana. Hay farmacias en Córdoba y Buenos Aires que ya lo están vendiendo a los frascos de 100 ml a 6 mil pesos, cuando es el medicamento más barato que puede existir y es accesible para la gente pobre».

Sica aseguró: «(Las bondades del medicamento) se conocen desde el año 1930, no es de ahora y obvio que no va a estar permitido por la Anmat. Yo lo dije el viernes en la misa (de sanación que se realiza los primeros viernes de cada mes en el santuario), que acá hay un tema muy serio y si los profesionales se me enojan no me importa. A los que me dicen que yo soy sacerdote y no puedo estar diciendo esto, les respondo que precisamente y con más razón lo voy a decir, porque de otra manera sería cómplice».

Conspiración

El religioso consideró: «La pandemia es manejada a nivel mundial por gente muy poderosa de Inglaterra y de Estados Unidos y lo que pretende es lisa y llanamente dominar al mundo y el peligro es la vacuna que es algo experimental y está pergeñada por la corona de Inglaterra para experimentar primero con los soldados del mundo. Esta verdad macabra y perversa ha superado la realidad y en nuestro país tenemos en lo que va del año alrededor de 3.500 casos de COVID, pero es una cifra engañosa porque la inflan a propósito. Pero lo que no se dice es que el año pasado murieron 35.000 personas por enfermedades gripales y muchos se habían vacunado contra la gripe y la neumonía, algo muy extraño hay en todo esto».

El sacerdote expresó: «Queremos saber qué es la nueva normalidad de la que tanto se habla; pero para mí son millones de personas sin trabajo y un aplastamiento de miles de familias. Cada 15 días nos guardan, nos sueltan la soga para que tomemos aire porque nos tratan como animalitos, como si nos estuvieran adiestrando».

«La gente lo que necesita es inmunidad, no estar escondidos y si vamos al caso la cuarentena es para los enfermos, no para los sanos. Tampoco lo del hisopado es seguro porque se cobra 6 o 7 mil pesos pero es un examen mentiroso porque se extraen millones de virus y bacterias por eso ese estudio da cualquier resultado. Eso te lo dicen los científicos y por eso acá en Tartagal te da negativo y llegas a Salta y te da positivo», manifestó el sacerdote.

¿Un irresponsable?

Tratándose de un religioso que dirige el centro mariano más importante del norte de la provincia y de la estima que supo recoger en más de 15 años al frente del santuario y de la casa de formación ubicada en el paraje Yariguarenda, los conceptos del sacerdote impactaron fuerte en la comunidad y por lógica recibieron algunas adhesiones y muchas críticas. Algunos lo calificaron como irresponsable por sus declaraciones, pero muchos adhirieron a sus dichos y hasta repensaron la posición que tienen sobre la pandemia de la COVID-19 que en los últimos días parece haberse ensañado con el departamento San Martín.