domingo, octubre 6

Por la falta de datos en la AFIP, hay demoras en el reintegro del programa “Compre sin IVA”

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La última maniobra electoralista del ministro de Economía, Sergio Massa, que prometía la devolución del 21% en productos de la canasta básica, se ve paralizada por la falta de actualización de información de los beneficiarios.

A pesar de ser anunciado con bombos y platillos por el ministro de Economía y candidato a presidente del oficialismo, Sergio Massa, el programa “Compre sin IVA” no está funcionado correctamente, por una falla en el proceso de actualización de datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

En medio de una inflación agobiante, que en agosto alcanzó el 12,4%, y lleva el 124,4% en los últimos 12 meses, el programa implementado por el funcionario pretendía ser un alivio en los desgastados bolsillos de los argentinos.

A partir del lunes 18 de septiembre empezaría a regir el beneficio que con la compra de productos de la canasta básica, a través del pago con tarjetas de débito y billeteras virtuales de todos los bancos, se efectuaría la devolución del 21% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con un tope de 18.800 pesos mensuales por persona.

Sin embargo, a tan sólo 48 horas de su lanzamiento se registran demoras en las devoluciones por una falla en la carga de datos de los beneficiarios en la AFIP. “La procesadora de pagos no recibió por parte de la AFIP el nuevo padrón definitivo para poder correr el proceso con las nuevas modificaciones”, señalaron desde una entidad bancaria al medio La Nación.

Desde la entidad, adelantaron que ni bien reciban la información actualizada, con los CUIT y CBU correspondientes de las personas que formen parte del programa, los clientes comenzarán a ver las devoluciones del 21% por las compras que se hicieron desde este lunes, y pidieron “un poco de paciencia” en el proceso.

Para el Estado este tipo de medidas electoralistas, junto con la quita del Impuesto a las Ganancias y el reparto de bonos y ayudas financieras para los sectores mas vulnerables, tendrá un costo de tres billones de pesos, incrementando así el difícil fiscal.