martes, abril 23

Por qué engordamos

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Cuatro factores que influyen en el aumento de peso

La respuesta a la pregunta «¿Por qué engordamos?» es sencilla y a la vez amplia. A continuación, algunos de los motivos:

Gasto energético

Existe un gasto energético por el simple hecho de estar vivos, denominado gasto energético basal. A partir de aquí, cualquier actividad física aumenta el gasto de energía diario.

Si realizamos ejercicio físico de fuerza, al menos 3 veces por semana, se reduce notablemente la probabilidad de padecer sobrepeso, obesidad y otras enfermedades.

Ingesta calórica

Se trata de la otra variable modificable en la ecuación de la ganancia de peso. Es fundamental intentar adecuar la comida al nivel de actividad.

Normalmente, el apetito suele adecuarse a las necesidades energéticas, sobre todo en individuos con morfotipo ecto y mesomorfo. Sin embargo, algunos presentan fallos en la regulación del apetito, bien por desbalances hormonales (hormonas tiroideas y grelina) o por subestimación calórica de los alimentos.

De este modo, mucha gente cree consumir menos calorías de las que realmente come, lo cual se traduce en una ganancia de peso. Esto puede ser consecuencia de un excesivo consumo de aceite, pan o productos procesados. Las salsas compradas también contribuyen a aumentar la densidad calórica de la dieta. Y no nos debemos olvidar el alcohol.

Patologías

Hay grupos de individuos que pueden engordar aún a pesar de comer aparentemente sano. Es el caso, por ejemplo, de quien sufre hipotiroidismo, ya que presenta un déficit en la producción de una hormona que regula el gasto energético.

Por otra parte, hay individuos con alteraciones en la producción de la grelina. Esta hormona controla el apetito y esta mediada por una serie de receptores. Un fallo en el funcionamiento del receptor puede producir un exceso de la producción de esta hormona, aún cuando las demandas energéticas están cubiertas. Por lo tanto, la consecuencia será un aumento de peso.

Hay otras que producen el efecto contrario. Un ejemplo claro son el hipertiroidismo o el cáncer, patologías que aumentan el gasto energético en reposo y los requerimientos de nutrientes. Este hecho se tiene que ver compensado con un aumento de la densidad calórica de la dieta, si esto no es así, concluye con una pérdida de peso.

Microbiota intestinal

En los últimos años se está introduciendo una tercera variable en esta ecuación que es el papel de los organismos vivos del intestino. La microbiota podría tener un impacto clave en la absorción de nutrientes y en el aumento del peso corporal.

De este modo, la suplementación con probióticos podría suponer un punto de inflexión sobre las estrategias enfocadas a la reducción de peso. De todos modos, este campo todavía se encuentra en estudio.

Fuente: Mejor con salud