Protección de datos, más vale prevenir que curar

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El resguardo de los datos personales que manejan tanto entidades públicas como privadas es uno de los ámbitos más protegidos por la Ley, en Argentina es las Ley 25.326 la encargada de velar por nuestro derecho a la intimidad, y en otoño de este año cumplirá veinte años, pero las leyes cambian, a veces se incumplen… por lo tanto, nosotros podemos hacer un poco más para salvaguardar nuestros asuntos personales.

Uno de los métodos más extendidos (entre las empresas desde hace ya unos cuantos años) es el uso de las conocidas como redes privadas virtuales, VPN, por sus siglas en inglés.

¿Qué dice la ley en argentina sobre la protección de datos personales?

Dirigida por la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, la Ley 25.326 es un buen ejemplo de la voluntad pública por proteger uno de los aspectos más sensibles de la vida de cualquier ser humano, la información a él relativa, ya que con la suficiente y adecuada información se puede construir la imagen de un individuo con una fiabilidad asombrosa. Pero veamos algunos de los aspectos más destacados de la ley:

Para empezar, define la información sensible como: la orientación sexual, las ideas políticas, el origen racial… toda la información que podría hacer más fácil reconocer a grupos concretos en caso de represión. Recordemos que antes el trabajo de investigar a los individuos consumía valiosísimos recursos de las agencias de información de todo el mundo, y ahora nosotros mismos elaboramos un minucioso, muchas veces distorsionado, perfil personal y lo ponemos a disposición de todo el mundo en las redes.

También hace hincapié en la necesidad de que los datos recabados sean ciertos y nunca excesivos, es decir, la autoridad encargada debe recoger nada más que lo imprescindible para cumplir el servicio público que tenga encomendado. Por supuesto cualquier funcionario que tenga acceso a los datos está obligado por el secreto profesional.

Nuestros datos son obviamente de nuestra propiedad, y su tratamiento es ilícito cuando no se haya prestado un consentimiento explícito para ello. El consentimiento para dicho tratamiento es revocable en cualquier momento y debemos tener acceso a la información nuestra guardada en bancos públicos de datos, estatales o privados.

Los castigos por incumplir esta legislación no son cosa de broma, ya que incluso puede conllevar penas de prisión el insertar datos falsos a sabiendas, o al acceder de forma ilegítima a bancos de datos personales.

Cosas que podemos hacer nosotros por nuestra seguridad

Aunque el ordenamiento jurídico ya se ha ocupado de legislar y proteger nuestros derechos y obligaciones, nunca está de más poner nuestro granito de arena a la hora de proteger nuestra información y privacidad.

Uno de los medios más eficaces para proteger la integridad de nuestras comunicaciones son las antes mencionadas VPN, ¿qué es VPN? Básicamente es un camino seguro entre nuestro dispositivo y el vastísimo ecosistema que es internet, que alberga maravillas, pero también delincuentes, que a la manera de los antiguos asaltantes de caminos están a la espera de poder robar información del incauto internauta.

También permiten una navegación anónima, ya que al conectarnos al servidor de la VPN su IP será la nuestra a todos los efectos, y como deberían disponer de “repetidores” en diferentes lugares del mundo podemos acceder a servicios no disponibles en nuestro país, como por ejemplo ciertos contenidos de YouTube, capados en algunas regiones.

Además, de esta forma podremos eliminar la publicidad no deseada. Puede que a algunos le resulte útil, y ciertamente lo es, pero si utilizamos una VPN a la hora de reservar nuestras vacaciones las próximas semanas nos ahorraremos ofertas de viajes, precisamente cuando ya no los necesitamos…

Ciertos proveedores de VPN ofrecen además un plus de encriptado y seguridad, aunque realmente el servicio más interesante de los que ofrecen es una navegación oculta a ojos demasiado curiosos.

Servicios públicos de seguridad en internet

Algunas organizaciones públicas, como la OSI en España, ofrecen herramientas para comprobar si nuestros ordenadores forman parte de una red de ordenadores zombies, no es una barrera frente a delincuentes, pero nos permitirá averiguar si estamos bajo ataque y podremos ponerle solución.

En cualquier caso, mejor es prevenir el ataque, que tener que reaccionar a él después.