viernes, abril 19

Qué es el síndrome de Brugada, una de las principales causas de muerte súbita

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Qué caracteriza a este trastorno genético

El síndrome de Brugada es una de las principales causas de muerte súbita en el mundo, pero no lleva mucho tiempo de haber sido descubierto.

El trastorno es genético y consiste en una alteración del sistema de transmisión eléctrica del corazón. Los síntomas no se hacen evidentes hasta la adultez, y tampoco hay otros previos que permitan sospecharlo.

El defecto genético en cuestión altera los canales iónicos del miocardio, que es el tejido muscular del corazón. Estos permiten el intercambio de cargas positivas y negativas entre el interior y el exterior de las células miocárdicas. Al fallar, la persona es más propensa a padecer una fibrilación ventricular.

Las fibrilaciones ventriculares son arritmias graves. El corazón late descontroladamente a una velocidad muy alta, hasta más de 200 o 300 latidos por minuto. Se trata de una arritmia mortal si no se aborda a tiempo.

Es difícil de diagnosticar porque no presenta alteraciones previas que avisen de la existencia de la alteración de los canales iónicos. Cuando debuta el síndrome en un individuo adulto, directamente se presenta con cierta gravedad. Puede producirse un síncope, un desmayo, una arritmia con palpitaciones o un paro cardíaco.

Una vez establecido el primer episodio, será el médico quien tendrá la responsabilidad de sospechar la existencia de este síndrome. Aunque es casi imposible sospecharlo con antelación, hay algunos factores de riesgo que pueden tenerse en cuenta para afinar el diagnóstico. Entre estos tenemos:

– Familiares con síndrome de Brugada: al ser una enfermedad genética, debe sospecharse en familias que ya lo tienen diagnosticado.

– Varones: es mucho más frecuente entre los hombres que entre las mujeres.

– Asiáticos: las personas de ascendencia asiática son más propensas.

El estudio de elección es el electrocardiograma. Se trata de un registro eléctrico de la actividad cardíaca que se puede realizar en un consultorio de manera ambulatoria. A través de esta prueba se busca el signo de Brugada, una forma particular del trazado del estudio que advierte sobre la presencia de la alteración en los canales iónicos.

El problema, también, es que no todos los pacientes lo evidencian en el electrocardiograma, y tampoco todos los electrocardiogramas lo registran siempre. El signo de Brugada es una elevación de un segmento del trazado que es muy llamativa.

El otro estudio que puede indicarse es el electrofisiológico. Ya no se trata de un método complementario que pueda realizarse en un consultorio. Se requiere un quirófano para insertar un catéter en el cuerpo que se lleva hasta el corazón para registrar la actividad del órgano desde adentro.

Es complicado hablar de un tratamiento. En términos estrictos, no existe una forma de deshacerse de la condición de forma definitiva. Lo que existe es una modalidad preventiva del paro cardíaco.

Esta se realiza con la implantación de un desfibrilador implantable en el cuerpo. Este pequeño aparato registra la actividad eléctrica cardíaca y actúa con un choque eléctrico si detecta una fibrilación ventricular.

No hay medicamentos ni tampoco cirugías que puedan practicarse para extraer zonas defectuosas del corazón. Por ello, son fundamentales los controles periódicos.

Fuente: Mejor con salud