viernes, abril 19

Qué es la microbiota intestinal y cómo influye nuestra alimentación en ella

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Nuestros hábitos alimenticios alteran la composición de microorganismos que tenemos en el intestino

Lo que comemos influye mucho en la estructura y composición de los microbios de nuestro intestino. La microbiota intestinal es la colección de microbios que reside en el tracto gastrointestinal. Se compone de más de 1.000 especies diferentes que aportan 3,3 millones de genes microbianos únicos en el tracto gastrointestinal de los seres humanos.

Este ecosistema incluye bacterias, virus, hongos y parásitos que viven en relación simbiótica con su anfitrión. También coexisten algunos otros microbios que tienen características potencialmente patógenas.

Es necesaria para inducir mecanismos de regulación para mantener la mucosa y la inmunidad. De modo que un ecosistema adecuado permitirá generar respuestas óptimas frente a agentes patógenos. Una alteración del equilibrio ecológico conocido como disbiosis intestinal aumentará la inflamación y la susceptibilidad a infecciones.

Esto podría generar enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, patologías cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas o cáncer. Por ello es tan importante cuidarla.

La alimentación es uno de los factores más importantes para nuestra microbiota. Una dieta rica en fibra, frutas y verduras beneficia a la composición. El incremento de proteína y grasa animal junto con la ausencia de fibra dietética aumentan la abundancia de microorganismos tolerantes a las sales biliares.

Esta diferencia se debe principalmente a la dieta. La dieta agraria de los niños africanos es rica en cereales integrales, fibra y proteína vegetal, lo que beneficia a la microbiota en comparación con la dieta de los niños occidentales. Estos últimos tienen dietas ricas en proteínas, grasas animales, azúcares, cereales refinados y pobre en fibra.

La dieta mediterránea, por su contenido en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, fibra y antioxidantes, tiene importantes beneficios en la prevención de aparición de enfermedades cardiovasculares. Participa en el mantenimiento de un ecosistema microbiano saludable. Además se destaca su elevado contenido en polifenoles. Aunque estas moléculas no se absorben a nivel intestinal, cuando llegan al colon son metabolizadas por la microbiota intestinal, lo que da lugar a diferentes ácidos fenólicos.

Fuente: Mejor con salud