Quería dejar de ser una “cara bonita” y se convirtió en extraterrestre

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Durante los últimos ocho años en el que decidió convertirse en un completo “alienígena”, Loffredo se dispuso principalmente a cubrir su cuerpo con tatuajes tribales y ponerse más piercings. Pero no fue suficiente Anthony Loffredo, fanático de los tatuajes y los piercings, se cansó de su vida como guardia de seguridad en Francia a sus 24 años, y decidió cambiar todo su aspecto e irse a vivir de manera permanente a Australia.

En 2017, contó de dónde surgió la idea de las intervenciones quirúrgicas que lo dejaron parecido a un ser vivo “de otro planeta”: “Me di cuenta de que no estaba viviendo mi vida como quería, quería ponerme en la piel de un personaje aterrador, pero sin intenciones de hacerle daño a nadie. Como si fuera una performance. Dejar se ser un rostro lindo”.

De los estudios de los talentosos artistas del tatuaje directamente pasó a someterse al bisturí, debido a que el francés comenzó a intervenir su cuerpo con diversas cirugías para obtener el aura “perturbadora” que quería lograr.

Entre las cosas que se hizo se destacan los injertos de piel para que esté mucho más escamosa y rugosa, se cortó la lengua en dos piezas para imitar a los reptiles, se quitó las orejas, se tatuó los globos oculares con el riesgo de poder quedarse ciego y lo más reciente: se quitó la nariz.

Esta última cirugía se la tuvo que realizar en España, debido a que en diversos países está prohibida esta clase de intervención. El cirujano extremo llevó a cabo el procedimiento conocido como “rinotomía”, que dejó Anthony con un enorme agujero en la cara.

Luego de horas en el quirófano, tuvo la oportunidad de agradecerle a su doctor en su cuenta de Instagram: “Gracias a ti @oscarmarquezbodymod, habrás marcado mi vida. Ahora puedo caminar con la cabeza en alto gracias a tu trabajo, estoy orgulloso de lo que hicimos juntos”.

En sus redes sociales, el “Alien negro” cosechó más de 170.000 seguidores y todos preguntan por su bienestar. Muchos quedan estupefactos, sorprendidos y otros, se alegran porque finalmente Anthony vive su vida a su manera.