Desde baterías hasta escobillas y ópticas, el desabastecimiento se profundiza y complica a los talleres. También se encarecieron las piezas «locales»

Arreglar el coche o la camioneta, por efecto de variables como la suba del dólar y las restricciones a los importados, se ha vuelto un auténtico lujo para los automovilistas. El valor de las piezas, si es que se consiguen, acumula aumentos que se suceden a ritmo semanal y en los talleres incluso se niegan a «tomar» vehículos para reparar ante la falta de componentes y la falta de precisiones sobre los precios fijados a la mercadería.

Amortiguadores, pastillas de frenos, embragues, motores y baterías, encabezan la nómina de las autopartes que brillan por su escasez.

Desde entidades como la Federación Argentina de Talleres de Reparación de Automotores y Afines (FAATRA) reconocen que en el último mes algunos accesorios llegaron con subas de hasta el 40 por ciento. Y que el desabastecimiento se hace notar en tanto el 70 por ciento de las piezas que demandan los mecánicos locales proviene del exterior.

«Tenemos el 30 por ciento de artículos nacionales y el 70 importados, y ahí si hay faltante. Existe una incertidumbre total porque no se sabe bien cuál es el tipo de dólar de cambio», expuso al respecto Salvador Lupo, titular de la entidad.

«El tema del dólar provocó más que un aumento en todos los productos: aparece la no entrega, la entrega con boleta abierta y la incertidumbre sobre el costo de reposición», agregó.

Fuentes ligadas a FAATRA reconocieron que los autos «se apilan» en los talleres por la falta de repuestos y, en muchos casos, por la imposibilidad de los dueños de afrontar el aumento de las piezas de forma inmediata. 

Los repuestos de vehículos premium evidencian subas de precio semanales.

Faltan repuestos: demoras en los talleres

«Hay propietarios que llevan más de dos meses con el auto en el mecánico porque la pieza no llega desde Europa. Conseguir componentes para vehículos de alta gama se ha vuelto una odisea, además de que estamos hablando de precios que cambian todas las semanas», dijo a iProfesional un integrante de la federación.

En el interior del país la situación es aún más compleja que en Capital Federal. En Rosario, Córdoba y la provincia de Buenos Aires al margen del conurbano, los talleres reconocen que productos como los repuestos para el tren delantero son entregados por los proveedores con incrementos del 20 por ciento semanal.

Desde guardabarros hasta juegos de aros, parabrisas y vidrios laterales, el desabastecimiento de autopartes es por demás de visible en puntos como Mar del Plata, según reconoce la Cámara del Comercio Automotor de esa ciudad.

En Bahía Blanca los comerciantes agrupados del mismo rubro reconocen dificultades para hacerse con baterías, correas y filtros.

En el interior más profundo no se consiguen desde escobillas hasta faros específicas y ópticas en general, tal como reconocen sendos representantes de la actividad de los talleres en la provincia de Misiones.

«El precio de lo poco que se produce en el país también está subiendo. En algunos casos, más del 10 por ciento mensual. A nivel importados, ya se siente hasta el faltante de líneas de aceite», afirmó a iProfesional un distribuidor con operaciones en el oeste bonaerense.

Las baterías están entre los productos que acumulan faltantes y subas constantes de precios.

No hay repuestos: qué pasa con las baterías

Hace muy pocos días, la Cámara Argentina de Fabricantes de Acumuladores Eléctricos (CAFAE) envió una nota al Banco Central advirtiendo sobre la falta de insumos importados para producir baterías de automóviles y electrónica de consumo.

Además de alertar respecto de la posibilidad de que se complique la continuidad de 10.000 empleos, la entidad pidió facilidades para cumplir con los pagos a sus proveedores en el exterior.

«Lamentablemente, en los próximos 30 días varios fabricantes se verán en la necesidad de suspender personal por falta de insumos. Esto podrá afectar a más de 4.000 personas de mano obra directa y unas 5.300 de mano de obra indirecta de los proveedores locales en los diferentes rubros», anticipó CAFAE.

Para luego añadir: «La fabricación de nuestras empresas asociadas sustituye importaciones por más de cincuenta millones de dólares por año a la vez que nuestras importaciones pueden llegar a nueve millones de dólares al año». La organización pidió «rever o atemperar la situación».