Resurge el caso Antonini Wilson: se abre investigación por lavado de activos en España

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Trece años despues de haber encontrado la valija con casi 800.000 dólares, la Policía española investiga si Rafael Rafael Ernesto Reiter Muñoz compró una vivienda en Barcelona con dinero procedente de fondos ilícitos para blanquearlo. El caso Antonini Wilson vuelve a la escena, tras 13 años después del hallazgo de la valija con casi 800.000 dólares que despegó en Caracas, aterrizó en Aeroparque en agosto de 2007 y desató un escándalo internacional. Ahora, en España, la Policía investiga si Rafael Ernesto Reiter Muñoz compró una vivienda en Barcelona con dinero procedente de fondos ilícitos para blanquearlo.

Así lo detalló un informe que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal presentó ante una jueza de la Audiencia Nacional. Reiter, a cargo de la llamada Gerencia de Prevención y Control de Pérdidas -la policía interna de Pdvsa-, se convirtió en el hombre de confianza del entonces presidente de la petrolera, Rafael Ramírez. Se sospecha que fue quien llevó hasta el avión, en Caracas, la valija con al menos $ 790.550 dólares que la justicia de Estados Unidos sostuvo que era del expresidente venezolano Hugo Chávez, para financiar la primera campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.

Pero tras la caída en desgracia de su jefe, Reiter tuvo que instalarse en España, donde vivió entre lujos hasta que dos investigaciones simultáneas lo pusieron contra las cuerdas: una en Texas, donde un juez federal reclama su extradición, y otra en Madrid, por presunto lavado de activos.

La investigación está a cargo de la jueza María Tardón, quien investiga si Reiter se dedicó a blanquear dinero de la corrupción a través de compras de todo tipo de activos en España. Entre ellos un chalet que superaría el millón de euros, a su nombre y el de su esposa, Vanessa Carolina Yssea.

Según las fuentes policiales, Reiter habría desembolsado 1.150.000 euros para comprar esa vivienda, ubicada en la calle Blasco Ibañez de San Cugat del Vallés, Barcelona, en 2015. Para eso recurrió a dos cheques que entregó al firmar la operación de compraventa y sustentados en una cuenta abierta en Italia a nombre de su esposa.