La víctima es el banquero alemán de 91 años, con una fortuna calculada en 8.700 millones de dólares, que heredó de su padre, al tiempo que es titular del emporio asegurador Allianz, con presencia en la Argentina, y el banco Finck

El robo a un magnate alemán en Uruguay se dio a conocer este lunes, a tres meses de haber sido ejecutado por más de una decena de personas que ingresaron a la estancia de August von Fink junior, lograron abrir la caja fuerte donde estaba una porción de su patrimonio y huyeron con un millonario botín conformado por 17 lingotes de oro y monedas sudafricanas, por un equivalente a 2,5 millones de dólares.

El medio que reveló el robo fue El País, donde explicaron que el episodio se dio en dos partes: la primera de ellas el 6 de junio pasado; mientras que la segunda, cuando escaparon con el material, fue el 26 de julio, unos veinte días después.

Un robo en dos tramos

La primera vez, los asaltantes lograron ingresar a la estancia ubicada en la zona litoral del vecino país. La investigación sospecha de que un contacto les habría pasado la información respecto de cómo eran los lugares de la casona y en qué parte estaba la caja fuerte de interés para los delincuentes.

August von Finck junior

Por ello, una vez adentro, los asaltantes se dirigieron hacia la zona subterránea, a la habitación principal, donde el magnate multimillonario alemán conservaba parte de su fortuna junto con documentos de importancia sobre negocios y familia. Cada uno cargaba herramientas e instrumentos necesarios para lograr abrir la bóveda y escapar.

“En su primer ingreso a la estancia, los integrantes de la organización solo pudieron sacar la traba de hierro de la caja fuerte y cortar su primera capa de hierro que quedó tirada en el piso”, señaló la fiscal de Carmelo, Eugenia Rodríguez, que lleva a cargo la investigación por el robo.

Segundo ingreso

Cuando entraron por primera vez, los ladrones estuvieron en el interior de la vivienda unos pocos minutos y escaparon, incluso dejando allí los instrumentos que habían utilizado como discos de corte o tubos de oxígeno. Todo quedó en el lugar durante varias semanas.

Pasaron más de veinte días hasta que regresaron. El 26 de julio pasado vlvieron a entrar a la bóveda y, esta vez, lograron su cometido: al abrirla, se encontraron con una importante cantidad de lingotes de oro de los que lograron hacerse 17 en total, junto con mil krugerrands, una conocida moneda de oro sudafricana.

El botín con lingotes y monedas está valuado en 2,5 millones de dólares y habían sido retirados de un banco alemán.

Fueron cuatro meses de exhaustiva investigación hasta que las autoridades desmantelaron la banda, pero aún no lograron recuperar el botín.

El golpe comando fue perpetrado por 11 personas que fueron detenidas durante una operación llamada “Anónymus”.