Los ministros de la Corte Suprema arremetieron duramente contra la Comisión de Diputados que busca juzgarlos.

Los ministros de la Corte Suprema, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, enviaron una dura respuesta contra la Comisión de la Cámara de Diputados que quiere juzgarlos. Ambos rechazaron las acusaciones en su contra por mal desempeño y denunciaron irregularidades.

El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, manifestó en su descargo que el máximo tribunal respondió todos los pedidos de informes solicitados por la Comisión, aportó 75 cuerpos de documentación y “prestó la más amplia colaboración frente a los particulares pedidos”.

Además, Rosatti remarcó que “todos los empleados y funcionarios del Tribunal que fueron citados a declarar como testigos cumplieron con su deber legal”. Y luego enumeró “vicios que afectan seriamente la garantía del debido proceso y el derecho de defensa en juicio”, y que “vician la validez y eficacia del proceso”.

Fragmento del descargo de Horacio Rosatti

El presidente de la Corte denunció que se “requirió y se obtuvo información reservada de contribuyentes sin la debida intervención judicial, incurriendo en violación del secreto fiscal”, “se incorporó prueba que había sido considerada inválida en una causa judicial por su presunto origen ilegal” y “se sometió a los testigos a un trato hostil y se los descalificó tanto personal como profesionalmente”.

También resaltá que la mayoría K en la Comisión de Juicio Político “interrogó a testigos sobre aspectos de su vida privada y sus vínculos familiares sin justificación alguna”, y “formuló cargos por hechos que no fueron denunciados en los pedidos de juicio político que fueron declarados admisibles”.

“El proceso se ha desvirtuado y, si bien se procuró afectar la independencia del Poder Judicial en general y de la Corte Suprema en particular, ese objetivo no se logró”, concluyó Horacio Rosatti.