El principio de acuerdo con el FMI -que ahora resta pasar por el Congreso Nacional- envalentonó a un sector del albertismo, que ya dejó sonar por lo bajo algunos cambios en el Gabinete 8 febrero, 2022

El golpe de timón que significó el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la posterior renuncia a la presidencia del bloque de Diputados de Máximo Kirchner llevó a un sector del albertismo a empujar un cambio de nombres dentro del Gabinete.

Dentro de ese plan, hay múltiples movimientos. Uno de estos está motorizado por un grupo de intendentes del Conurbano que quieren acercarse al día a día de la gestión nacional y, para ello, quieren quedarse con el lugar que hoy ocupa el jefe de asesores presidencial, Juan Manuel Olmos. “A ciencia cierta no tienen el OK de Alberto para reemplazarlo, pero en marzo sí va a aterrizar un histórico intendente muy cerca del Presidente para ocupar el lugar de consejero estrella”, adelantaron a NEXOFIN cerca del grupo de jefes comunales que pretende quedarse con ese sillón de privilegio. El elegido, un intendente que en las últimas semanas se alejó del día a día de la gestión municipal.

Como parte del movimiento interno que se vislumbra para inicios de año, hubo una oferta que el exministro de Defensa Agustín Rossi rechazó de plano. “Le ofrecieron agarrar la AFI y dijo que no”, comentaron cerca de Casa Rosada. La llegada de Germán Martínez al frente del bloque del Frente de Todos en Diputados reempoderó al “Chivo”, que rechazó el ofrecimiento y pidió más caché: quiere la jefatura de Gabinete o el Ministerio del Interior.

“Al Ministerio del Interior no puede ir porque está enfrentado en su propia provincia a Perotti, y no caería nada bien en Santa Fe que sea el nuevo interlocutor entre Nación y esa provincia”, explicaron fuentes oficiales

Sin embargo, su desembarco no está descartado. Entre los albertistas que empujan la llegada de Rossi a Interior proponen un intercambio de figuras que, según aseguran, le interesaría a la Vicepresidenta. “Cristina quedaría contenta si tuviera un alfil propio al frente del Ministerio de Justicia, y Wado podría ocupar ese sitial”, se envalentonan en un sector de Casa Rosada.

Desde el Instituto Patria reconocieron que el ministro no está conforme con el devenir de los últimos días, pero desmienten estar al tanto de un cambio de funciones: “Wado quedó muy molesto por la frase que le escucharon a Alberto de que anda como un fantasma después de lo del FMI, pero se queda”.

La pata judicial sigue siendo el tema que más desvela a la ex presidenta y, conscientes de ello, desde el albertismo buscan jugar una carta que, al tiempo que conforme, aísle a la Vice de las decisiones de gestión.

f; Nexofin