Para contrarrestar la mala energía hay que escribir en un papel todo lo negativo y quemarlo. Luego escribir las intenciones por cumplir y guardarlas hasta el próximo 1 de agosto.
“Antes
de meditar, hacer yoga o algún ritual. Después de una discusión. Al
adquirir artículos de segunda mano. Al empezar un nuevo trabajo,
proyecto o negocio. Durante y después de un resfriado. Antes y después
de recibir visitas. Antes de dormir y al despertar. Durante la luna
nueva o la luna llena. Cuando la energía se sienta pesada”. Circula por
Facebook una imagen con este escrito que indica que son más de las que
sospecharíamos las oportunidades para sahumar.
En Salta emparentamos
esta práctica con el 1 de Agosto, cuando la ciudad ofrece un aspecto
extremadamente contaminado. Pero esa concentración de partículas
pequeñas y suspendidas en el aire no proviene de usinas fabriles, sino
de sahúmos.
En un nivel sutil estos son constelaciones vegetales que
regulan los campos electromagnéticos de los espacios físicos, por ello
resultan ideales para realizar limpiezas, armonizaciones y
activaciones.
Este 2020, año de cuarentena, de pandemia, de crisis
económica generalizada, tan amenazante por sus implicancias de
exterminio y devastación, generó un egregor singular que propiciará, tal
vez, que más personas se adhieran a esta costumbre ancestral.
Silvina
Benegas, de El Solar de Silvina, comentó a El Tribuno que para este año
lo indicado es combinar varios ritos: el sahúmo, la bebida de caña con
ruda, la declaración de decretos y el ramo de especias detrás de la
puerta.
“Uno
tiene que sahumar cuando siente el ambiente muy pesado, cuando no hay
armonía en la casa, cuando sentís que se te traban las cosas”, precisó
Benegas, quien añadió que la mezcla de incienso, mirra, benjuí y sándalo
armoniza todos los lugares en los que haya energía acumulada por estrés
o vibraciones ruines. “También destraban los problemas laborales y de
salud”, acotó.
Para sahumar se utilizan gomorresinas como el
incienso y la mirra, plantas como el sándalo, flores como la lavanda y
bálsamos aromáticos como el benjuí, que se van mezclando para
quemarlos.
Las presentaciones en las santerías son diversas, van
desde las bolsitas con ingredientes separados para que el usuario las
prepare y las haga arder con carbón vegetal hasta los conjuntos que se
adquieren según la intención buscada y que incluyen entre sus compuestos
el carbón y por ello se prenden en una hornalla de cocina.
También
se clasifican por intencionalidad. Una defumación completa incluye
estoraque, ruda, romero, incienso, mirra, benjuí y alcanfor; un
destrabe: almizcle, benjuí, incienso, mirra, romero y ruda; y una
limpieza energética: incienso, mirra, romero, ruda y lavanda.
Por
ejemplo, el popular “lava casa” insume once elementos: mirra, lavanda,
romero, palo santo, incienso, sándalo, sangre dragón, benjuí, almizcle,
amarillo y ruda.
El sahúmo
Para iniciar
el rito se necesita un cuenco o tinaja de barro o cerámica que aguante
la exposición a altas temperaturas u otro recipiente chato que soporte
el calor. A estos elementos se les puede agenciar una base de madera
para que el calor no queme las superficies donde se los apoye.
Aunque hay quienes no la necesitan porque usan un sahumador individual con manija.
Se
ponen allí carbones redondos que se consiguen en santerías; sin
embargo, Benegas dijo que sirven para la función también los de asado.
La
tradición indica que se ubica una hierba en cada carbón, aunque quienes
sahúman con azúcar, tabaco, yerba, canela, copal o palo santo dicen que
un solo carbón es suficiente.
Asimismo a las hierbas que vienen enrolladas se las puede encender sin carbón.
“Incienso,
mirra, benjuí y sándalo son los indicados para liberarnos de las
ataduras, cambiar las energías, armonizar y abrir todos los caminos.
Venimos pasando un año difícil y complicado y vamos a seguir así”,
expresó Benegas.
Los ingredientes
Según
la página web BuenaVibra.es el incienso “limpia todas las cargas
negativas, transforma lo negativo en positivo y ahuyenta la mala vibra”.
Mientras que la mirra “es una gran protección contra la envidia y
levanta nuestra energía” y el sándalo resulta “ideal para atraer dinero,
estimular la perseverancia y limpiar el ambiente”.
El sitio World
Health Design, por su parte, indica que al benjuí se le asignan
numerosas propiedades curativas y terapéuticas. “Se le han atribuido una
serie de virtudes para generar un aura de buena energía, alejar todas
aquellas energías negativas o que puedan causar un efecto negativo en
nosotros, atraer la buena suerte y generar la buena salud”, instruye.
Según
Benegas, para sahumar se inicia desde adentro hacia afuera del local o
de la casa y “se va decretando mentalmente paz, tranquilidad, armonía,
salud y bienestar para toda la familia”.
Tener fe
Agregó
que además de sahumar siguiendo las mencionadas instrucciones el efecto
también depende de la fe y energía de quien lleve el sahumador. Por
ello, sugirió prender una vela blanca, cuya función es absorber todos
los ánimos que ha limpiado y armonizado a su paso la quema de elementos y
dejarla encendida hasta que se agote.
“En el momento de sahumar hay
que poner la fe en algo: ya sea aferrarse a orar, a meditar, cada uno
tiene su creencia y es momento de fortalecernos nosotros para pasar esta
crisis”, advirtió Benegas.
En internet figura la oración anónima
que muchas personas leen en voz alta o rezan de memoria en su interior
mientras pasan por los diferentes ambientes con el sahumador. “Que tus
manos vayan limpias, para que puedan crear cosas hermosas. Que tus pies
vayan limpios, para que puedan llevarte adonde necesites estar. Que tu
corazón vaya limpio, para que puedas escuchar sus mensajes claramente.
Que tu garganta vaya limpia, para que digas palabras justas cuando se
necesite. Que tus ojos vayan limpios, para que puedas ver las señales y
maravillas de este mundo. Que esta persona y espacio vayan limpios por
el humo de estas fragantes plantas. Y que ese mismo humo lleve nuestras
oraciones como una espiral hacia los cielos”.
Los signos
Muchas
veces ocurren imprevistos durante la preparación, el encendido o el
tránsito del sahúmo que no deben ignorarse, según Benegas.
“Cuando
revienta el carbón en distintos lugares o cuando el carbón no prende o
el sahumerio se apaga automáticamente, siempre tiene que ver con que hay
una energía mucho más pesada que la normal. Entonces ahí tenemos que
revertirla: volvemos a prender el carbón y seguimos insistiendo hasta
que el carbón salga perfectamente bien”, afirmó. El paso del sahumador
también tiene sus secretos. “En las esquinas de las habitaciones hay que
hacerlo en forma de cruz. En la casa abrir las puertas y ventanas, los
placares, sahumar arriba de la cama e ir rezando o decretando lo que uno
quiere. También es bueno sahumar el auto”, describió Benegas. Tampoco
se deben olvidar los rincones, por debajo de las mesas y pasar
especialmente dentro de los placares, cajones o lugares donde se
presienta que se puede haber estancado la energía.
“Una vez
finalizado el rito, cuando la vela blanca se consuma y el sahumador se
apague hay que ponerlos en una bolsa de basura y sacarla de la casa o el
negocio”, dijo Benegas. Añadió que se debe tomar caña con ruda “para
purificarse espiritualmente y limpiar el interior”.
También recomendó poner el ramo mágico, que “es ideal para quienes no quieren hacer humo ni sahumar”. El ramo se compone de romero, ruda, lavanda, laurel, eucalipto e incienso. “Hay que colgarlo en la puerta, en la parte de adentro, boca abajo. Esos ingredientes se van a ir secando y cuando lo hagan hay que quemarlo”, indicó. Por último, hacer decretos en una hoja de papel blanco. “Todo lo malo que pasó desde el inicio del año hasta la fecha escribirlo en un papel. ‘Estoy negativa, estoy con mucha angustia, siento envidia a mi alrededor’ y quemar ese papel en el sahumerio. Luego escribir los objetivos de acá a fin de año y guardarlo hasta el 1 de agosto del año que viene”, concluyó.
María de los Ángeles Rojas
El Tribuno