¿Se puede hacer ejercicio con un tatuaje recién hecho?

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Todas las dudas y consejos a tener en cuenta

Los tatuajes necesitan cuidados posteriores. Con respecto a las actividades deportivas luego de hacerte uno, puede que surjan dudas. Seguí leyendo para saber qué precauciones tomar.

Cada uno es distinto y cada tatuaje es diferente, dependiendo de su extensión y de la zona tatuada, pero es importante recordar es una agresión que sufre la piel, una herida superficial que requiere unos mínimos cuidados para que cicatrice correctamente y no se infecte. Cualquier práctica deportiva implica movimiento, estiramiento de los músculos y de la piel, roce con el equipamiento deportivo, quizá algún pequeño golpe y sudor. Todas estas situaciones pueden afectar negativamente en un tatuaje aún con la tinta fresca.

El sudor no es el mejor amigo de un tatuaje reciente porque implica humedecer la zona, algo que retardaría la cicatrización y podría favorecer la aparición de una infección. Además, en algunos casos la sudoración natural puede influir en la correcta absorción de la tinta. Así, puede que si hacés ejercicio el resultado final no sea el que esperas porque las líneas del tattoo pierdan nitidez o se deformen.

Entrenar en el gimnasio, salir a correr, practicar deportes de contacto (fútbol, basquet…) o meterte en el mar o una pileta para hacer natación con el tatuaje recién hecho, no es la mejor idea. Los riesgos de irritación por el sudor y también por el roce inevitable, el peligro que implica darte un golpe o hacerte un rasguño o la influencia del agua de la piscina, son factores que impiden que cicatrice de forma correcta.

Si tu tatuaje es pequeño y está en una zona en la que sabés que haciendo cierto tipo de ejercicio no va a rozarse, podés hacerlo, tan solo se trata de evitar que una herida se roce, se humedezca mucho por el sudor o reciba algún golpe.

Como cualquier otra pequeña herida, el tatuaje se convierte en una zona algo delicada que requiere protección y cuidados para evitar que se infecte. El tiempo de espera antes de retomar la práctica deportiva es relativo y va a depender del tipo de tattoo y sobre todo de su evolución, algo que debés vigilar atentamente.

Si te has hecho uno pequeño que cicatriza favorablemente, por precaución, debés esperar aproximadamente 1 semana antes de hacer ejercicio (al menos cinco días). Para tatuajes grandes, por ejemplo, que cubran gran parte del pecho o de la espalda, prolongar este tiempo hasta las 2 o 3 semanas como mínimo es lo más aconsejable. Antes siempre debés comprobar que tu tatuaje se va secando y cicatrizando. Además, las escarificaciones, al ser heridas más grandes en la piel, sí necesitan de más tiempo para curar bien, por lo que es recomendable no hacer ejercicio que pueda rozar la zona o estirarla de forma que dificulte que se cure.

Ante el menor síntoma de infección, hinchazón o malestar general, es conveniente acudir a la consulta médica.

En resumen, como norma general, no debés hacer actividad física porque tu tatuaje necesita una serie de cuidados básicos a tener en cuenta para que no te cause problema alguno y puedas lucirlo bien en muy poco tiempo. No obstante, dependerá de la extensión y evolución del tattoo y del tipo de ejercicio que quieras hacer. Así, que además de evitar hacer ejercicios que fuercen la zona y puedan rozar la piel, tomá nota de estos cuidados básicos:

– Una vez retirado el film protector que te haya colocado el tatuador justo después de finalizar (dejalo al menos 4 horas), lavá la zona con agua templada y un jabón neutro. Secá para que se inicie la cicatrización, preferentemente con papel absorbente y nunca frotes o restriegues, solo da toques suaves, con cuidado.

– Seguí siempre de manera estricta las indicaciones que te haya dado el tatuador. Probablemente te habrá recomendado alguna pomada o crema cicatrizante y con propiedades antibacterianas y antibióticas que tendrás que aplicar una o dos veces al día.

– Procurá tener el tatuaje al aire cuando sea posible, pero cubrilo con un apósito para evitar roces por ejemplo con la ropa, que deberá ser lo más holgada posible.

– Con un tatuaje recién hecho es esencial evitar la exposición al sol.

– Los primeros días no realices actividades acuáticas.

– Extremá la higiene, especialmente de tus manos, al hacer las curas de tu tatuaje (lavado diario y pomada).

– Cuando avance la cicatrización y el tattoo se vaya secando, aplicá crema hidratante al menos una vez al día para evitar que la piel se resquebraje o se descame en exceso.

Fuente: Un cómo