Se reabren las paritarias, cuándo y qué gremios van por la nueva revisión salarial

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La aceleración de la inflación determinó a los gremios que acordaron subas de entre 40% y 45% a pujar por una nueva revisión de los aumentos. Prevén nuevas negociaciones desde diciembre.

Exclusivo: se reabren las paritarias, cuándo y qué gremios van por la nueva revisión salarial

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Elizabeth Peger

Editora de Economía y PolíticaActualizado el 26/10/2021 22:31 ESCUCHAR5:00 minutos Leer más tarde

La aceleración de la inflación en septiembre y la perspectiva de un final de año con subas de precios por encima de las proyectadas por el Gobierno reactivó la preocupación sindical por el deterioro del poder de compra de los trabajadores al punto que, amparados en la promesa presidencial de garantizar para 2021 un crecimiento del salario real, ya son varios los gremios que se preparan para encarar una segunda reapertura de paritarias.

La estrategia comprende a los sindicatos que acordaron aumentos de sueldos de entre el 40% y 45% y que ahora están decididos a pulsear por un incremento adicional de forma de llevar la recomposición anual por sobre el 50%, el parámetro con el que -según las últimas estimaciones de las consultoras privadas- terminará cerrando la inflación este año. De cualquier modo y conscientes del importante desafío que enfrentará la gestión de Alberto Fernández en las elecciones del próximo 14 de noviembre, los gremios que impulsan la nueva revisión anual de los salarios aseguran que ese plan recién se pondrá en marcha en las últimas semanas de noviembre o las primeras de diciembre.

«El Presidente garantizó que este año los salarios le van a ganar a la inflación y vamos a hacer valer ese compromiso», anticipó a este diario uno de los principales referentes de la CGT respecto a la posibilidad de una nueva revisión al alza de los aumentos salariales. Con esa previsión de fondo, algunos gremialistas visitaron en los últimos días los despachos oficiales para anticipar sus próximos pasos y palpar en directo la respuesta del Gobierno. «Nada antes de las elecciones», pareció ser la consigna con la que se retiraron de la Casa Rosada.

Más allá de ese límite, el Ejecutivo no refrenará la ofensiva sindical por un nuevo reajuste salarial antes de fin de año. Lo admitió días atrás el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, quien si bien reconoció que hasta ahora los aumentos de sueldos fijados en la mayoría de las actividades le está ganando a la inflación, enfatizó que «si hay que reabrir paritarias se hará», en clara referencia a los pronósticos que anticipan que la inflación alcanzará este año el 50%. En su previsión original el ministro de Economía, Martín Guzmán, había proyectado una suba de 29%, dato que corrigió en septiembre en el nuevo presupuesto con una estimación de 45%, que también quedaría superada.

El dato del 3,5% que cerró la inflación el mes pasado encendió todas las alarmas sindicales. Y la avanzada a fondo del flamante secretario de Comercio, Roberto Feletti, por asegurar la puesta en marcha de la canasta de 1400 productos a precios congelados terminó profundizando esa preocupación. Sin embargo, entre los gremios no hay un esquema unificado sobre cómo avanzará la segunda reapertura de paritarias: la mayoría de los que cerraron recomposiciones por debajo del 50% sostienen que será una instancia ineludible, aunque existen diferencias respecto a los tiempos y los esquemas que cada uno pondrá en marcha para hacer efectiva la actualización salarial.

Parte de ese mensaje recepcionó el jefe de gabinete, Juan Manzur, en los encuentros que mantuvo con varios dirigentes de la CGT en los últimos días. Uno de ellos, Armando Cavalieri, el titular del Sindicato de Comercio y responsable de negociar la paritaria que involucra a la mayor cantidad de trabajadores del sector privado, le transmitió la inquietud del sector por la aceleración de la inflación en las últimas semanas y el impacto sobre los aumentos salariales acordados hasta ahora. Si bien Comercio selló una mejor en torno al 42% con revisión en el primer trimestre del próximo año, el gremio monitoreará la evolución de los precios hasta después de las elecciones y evalúa anticipar la reapertura si la inflación se profundiza. «Vamos a esperar al 15 de noviembre y veremos qué pasa. Podemos terminar con una diferencia interanual del salario de entre 8% y 9% que buscaremos compensar», dijeron desde el sindicato mercantil a este diario.

También ya hacen cuentas en otros sindicatos con reconocido poder de fuego y que acumulan este año incrementos salariales por debajo de 50%, como los casos de camioneros, bancarios, aceiteros, sanidad, ferroviarios, alimentación y petroleros, entre otros. Aunque analizan distintos esquemas para intentar garantizar que la suba salarial termine aventajando al aumento de precios.

En el caso del gremio que conduce Hugo Moyano, que cerró en junio una mejora interanual escalonada de 45%, por ahora la apuesta pasa por compensar cualquier pérdida salarial en el marco de la negociación del plus de fin de año que ya es habitual dentro de la actividad, aunque no está definido el monto que pretende el moyanismo para ese suplemento.

Diferente es la situación de los bancarios, el sindicato que conduce Sergio Palazzo, que en la primera revisión de la paritaria firmada el primer trimestre del año llevó el incremento salarial del 29% al 45,1%, incluyendo una revisión en el mes de diciembre. El gremio tiene definido aplicar esa cláusula tras las elecciones (en la que el propio jefe sindical es candidato a diputado en la lista del Frente de Todos) para que el aumento final para 2021 se ubique entre 2% y 3% por sobre la inflación del período.

Los aceiteros, a su vez, pactaron para 2021 una recomposición del 48,5% y desde enero deben sentarse a discutir la suba del próximo año. Pero no descartan la alternativa de reclamar adicionalmente un reajuste en diciembre que compense la suba de precios, antes de negociar la nueva paritaria.

«Vamos corriendo siempre detrás», es la queja más repetida entre los gremialistas, en especial de aquellos gremios que consensuaron subas por debajo de 45% y ahora analizan las posibilidades concretas para mejorar esas subas. Los datos oficiales justifican la presión sindical: los salarios de los trabajadores del sector privado formal registraron en los primeros 7 meses del año un crecimiento real del 2,8%, pero la aceleración de la inflación desde fines de agosto en adelante ya licuó significativamente buena parte de esa recomposición.