martes, abril 23

Segunda ola de coronavirus: el Gobierno analiza medidas para después de Semana Santa

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Por Ignacio Ortelli para Clarín

Preocupan las reuniones sociales, tras Semana Santa el Gobierno hará una evaluación con expertos y podría haber nuevas restricciones.

La decisión de Axel Kicillof de suspender actividades nocturnas y limitar las reuniones sociales no sorprendió a la Casa Rosada. Más allá de que había avisado que tomaría medidas restrictivas, el gobernador bonaerense se adelantó a la primera herramienta a la que apelaría la administración de Alberto Fernández después de Semana Santa si es que la curva de contagios sigue en ascenso.

La confirmación de que en Argentina ya hay transmisión comunitaria de las nuevas cepas encendió las alarmas del Gobierno, donde se mira con especial preocupación las salidas nocturnas y los encuentros privados en casas. Son, según se evaluó en la reunión con el comité de expertos sanitarias que encabezaron este lunes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, la principal causa de contagio ya que no contempla protocolos e implica un relajamiento por parte de las personas.

El análisis que se hizo en la cumbre en Casa Rosada apuntó a agotar las instancias para concientizar a la gente, con campañas masivas en los medios de comunicación, pero con la premisa de hacer un monitoreo “minuto a minuto” y volver a evaluar la situación post Pascuas.

Cambios para después de Semana Santa:

“Cambiar ahora, cuando ya estamos casi en Semana Santa puede ser perjudicial porque la peor medida es la que no se acata. Pero si la curva de contagios sigue, no va a haber demasiadas opciones”, evaluó uno de los presentes en el encuentro en el Salón Eva Perón.

El cierre de actividades dispuesto por Kicillof entre las 2 y las 6 de la mañana y el límite de hasta 10 personas para las reuniones sociales son dos medidas que el Gobierno ve con buenos ojos. De hecho, como contó Clarín, la Casa Rosada viene exigiendo más iniciativa a los gobernadores y “coparticipar” los costos políticos que representan los cierres, por lo que gestos como el del mandatario bonaerense, o el de sus pares Jorge Capitanich (Chaco) y Ricardo Quintela (La Rioja) que también tomaron decisiones, fueron destacados en Balcarce 50.

La Ciudad es un caso aparte. No sólo por las diferencias políticas, que se acentuaron progresivamente desde la quita de los fondos de la coparticipación que dispuso Fernández, sino por la postura del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de no hacer cambios. De todos modos, en Nación creen que si el escenario se complica, el alcalde se verá “forzado por la realidad” a cambiar la estrategia.

El comité de expertos está integrado por Angela Gentile, Gustavo Lopardo, Pedro Cahn, Javier Fariña, Pablo Bonvehí y Tomás Orduna. Los mismos aconsejaron a los funcionarios intensificar los mensajes que convoquen a la responsabilidad individual.

Por parte del Gobierno , el filósofo Alejandro Grimson y el secretario de Medios y Comunicación Pública, Francisco Meritello, tomaron nota del pedido y comienzan a trabajar en una línea discursiva que, nuevamente, ponga al cuidado personal como la principal herramienta para prevenir los contagios.

En el Gobierno afirman que “las actividades con protocolos no implican mayores riesgos”. No lo dirán públicamente, pero por lo bajo admiten que el contexto económico y la imposibilidad del Estado de afrontar el pago de subsidios como la IFE y el ATP también influyen en esa decisión.

La opinión de los especialistas:

En ese sentido, incluso Pedro Cahn en este contexto dijo que “no es necesario” volver a una fase 1.

En esa línea se inscribió la decisión de no cerrar el turismo por el fin de semana largo. Lammens y Meoni transmitieron tranquilidad a sus sectores, agobiados por la crisis económica, pero reforzaron el pedido para que refuercen los cuidados y los protocolos. “Si se hace bien, el turismo no es problema”, fue el mensaje que escucharon de los sanitaristas.

El desafío que se proponen los funcionarios tiene que ver con el desgaste social que implicó la extensa cuarentena que registró la Argentina en 2020. Pero al mismo tiempo el hartazgo de algunos sectores por las demoras en el plan de vacunación.

No es, según coinciden tres interlocutores de la reunión, la evaluación que hacen los sanitaristas. “Destacaron cómo avanza el plan de vacunación y que Argentina esté entre los 20 países que más vacunas recibió”, asegura uno de ellos.

Hay expectativas por las tratativas que Vizzotti y Nicolini realizan con Rusia para acelerar la llegada de más dosis.