martes, abril 16

Siete consejos para no marearse al viajar

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Qué podés hacer para evitar los malestares dependiendo el medio de transporte

Marearse en los viajes es un problema muy frecuente. En términos médicos, este inconveniente se denomina cinetosis o mal de movimiento. La explicación más aceptada es que el cerebro sufre una especie de confusión al recibir información contradictoria en relación con el movimiento. Este último es percibido a través de tres vías:

– por un lado, la vista.

– por otro, el sistema vestibular, formado por partes del oído interno y del cerebro que procesan la información relacionada con el movimiento ocular y el equilibrio.

– y finalmente la propiocepción, es decir, la capacidad inconsciente de percibir en todo momento la posición de las partes del propio cuerpo.

Cuando alguien viaja en un medio de transporte y la visión hacia el exterior está limitada, el sistema vestibular informa de la existencia de movimiento al sistema nervioso central, pero la información del sistema visual indica que el individuo no se mueve.

Estos son los principales consejos ofrecidos por los especialistas para que las personas propensas a sufrir el mal de movimiento procuren prevenirlo:

1. Elegir el sitio apropiado. En coche, lo mejor es el asiento del copiloto, para ver el horizonte. Esto no es posible en el caso de los niños, que deben viajar en el asiento trasero: se debe procurar que miren por la ventanilla. En avión, lo más conveniente es ubicarse lo más cerca posible de las alas, que es la zona más estable. En tren, lo indicado es sentarse junto a una ventanilla y con la vista en el sentido de marcha, y no hacia atrás. Al viajar en barco se recomienda colocarse lo más en el centro que sea posible.

2. Cuidado con la comida. Si se ha de realizar un viaje corto, lo mejor para quienes son propensos a la cinetosis es no comer nada antes de ponerse en marcha. Si es largo, comer y beber de forma ligera.

3. No leer. Lo más idóneo es evitar cualquier actividad que requiera fijar la vista en un punto fijo, como leer y usar pantallas, tanto de teléfonos, tabletas y televisión. Lo ideal es que los niños miren hacia adelante objetos lejanos. Para entretener a los pequeños durante los viajes, mucho mejor que los videojuegos son los divertimentos tradicionales, como los relacionados con los colores y las matrículas de los demás coches de la carretera.

4. Tomar aire. Conviene abrir las ventanillas siempre que sea posible. Si no, tratar de estar cerca de un conducto de ventilación o de aire acondicionado. Lo mejor de todo es hacer una parada y salir del vehículo para descansar y “cambiar el aire”. También es aconsejable evitar la presencia de olores fuertes, así como el exceso de calor.

5. Dormir. Durante el sueño la cinetosis no se produce.

6. Estrategias de afrontamiento. Existen técnicas que con frecuencia ayudan a controlar el mal de movimiento. Su eficacia no está comprobada de manera científica, pero a algunos les sirven. Una de las más recomendadas consiste en controlar la respiración: mantenerla en un ritmo calmado, constante y natural. Ni hiperventilar, ni tampoco inhalar o exhalar más hondo de lo normal. Otra posibilidad es oír música como medida de distracción. En cualquier caso, habituarse a los viajes –exponerse a los estímulos de un modo regular durante un período prolongado de tiempo– es una técnica efectiva para superar la cinetosis.

7. Tomar medicación. Hay fármacos que combaten el mal de movimiento. El primer principio activo utilizado en este sentido fue un tipo de antihistamínico llamado dimenhidrinato. En cualquier caso, debe ser el médico quien valore la conveniencia de indicar esta medicación.

Fuente: Consumo claro