jueves, marzo 28

Siete señales que anticipan que un perro puede morder

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Cómo interpretar el lenguaje canino y anticipar un posible ataque

El perro tiene un lenguaje corporal muy amplio. En muchas ocasiones vemos a uno morder y pensamos que lo ha hecho de repente, sin previo aviso, pero él ya ha avisado antes de hacerlo y de forma repetida.

En muy raras ocasiones no ha dado antes ninguna señal de aviso. En etología canina, a eso se le llama agresividad impulsiva y es la más complicada de tratar porque resulta imprevisible. Muchas veces, su causa es orgánica y no propia de su comportamiento.

Pero por lo general, un perro que muerde lo hace porque ha avisado que algo le estaba incomodando y sus señales de aviso han sido ignoradas. Estos son siete signos básicos de estrés que pueden ayudar a anticiparte.

1. Conductas de desplazamiento

Cuando comienza a ponerse nervioso no para de rascarse y empieza a olfatear el suelo de un sitio a otro. En estos casos habrá que tranquilizarlo para que el estado de nerviosismo no avance.

2. Señales de calma

Bostezar, lamerse los labios, mirar hacia otro lado, volverse hacia otro lado, moverse lentamente.
Estas conductas serían asimilables a las que realizamos los humanos cuando nos encontramos incómodos ante una situación. Todas esas acciones a las que apenas les prestamos atención indican que el animal se siente nervioso y excitado.

3. Signos de estrés

Jadeo, pupilas dilatadas, ojos abiertos, son señales muy evidentes. También la sacudida del cuerpo para liberar tensión y adrenalina, el sudor en las patas, temblor y la piloerección (el pelo del lomo se eriza).

Cuando las conductas de desplazamiento o las señales de calma o apaciguamiento no funcionan, la tensión del perro frente a la amenaza se incrementa. Se prepara para la huida o para el ataque.

4. Focalización

En este punto, si aún no ha conseguido neutralizar la amenaza y se siente acorralado, comienza a prepararse para el ataque. Ya no emite más señales de desplazamiento ni señales de calma. Cierra la boca y se mantiene inmóvil, enfocado en su amenaza.

5. Preparación para el ataque

En esta instancia, gruñe y enseña los dientes. Hay que tener especial cuidado en el caso de las interacciones entre niños y perros. Algunos pequeños se confunden al creer que está sonriendo cuando muestra los dientes.

6. Embestida

El paso final. En estos momentos se avanzará y atacará para defenderse ante esa situación amenazante. Si se llega a este momento es porque no se le ha prestado mucha atención.

7. Mordida

Termina atacando para defenderse (o defender aquello que él cree que le pertenece) de la amenaza.

Fuente: La Bioguía