jueves, abril 18

Sin la Hidrovía, Romero planea irse del país y tambalea su negocio de la vía pública

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“Tiene un pie afuera, lo de la Hidrovía fue el último empujón que necesitaba para llevar sus intereses a otros países”, comentaron desde una de las principales empresas de vía pública de la Argentina, en referencia a Gabriel Romero y su empresa PC Vía Pública.

La certeza de que el dueño de Emepa, Gabriel Romero, no podrá retener la multimillonaria concesión de la Hidrovía, que hasta este año mantenía desde hacía 25 años junto a la belga Jan De Nul, provocó movimientos en el sector de la vía pública, donde sus competidores olfatearon una oportunidad para avanzar sobre sus negocios.

Romero logró desembarcar con la empresa PC Vía Pública gracias a los millonarios ingresos que recibió por la concesión de la mencionada Hidrovía. Este constante ingreso de dinero fue el combustible para alimentar su actual grupo empresario, conformado por las firmas Ferrovía, Hidrovía, PC Vía Pública, entre otras inversiones que incluyen la producción de las razas Aberdeen Angus y Hereford, plantas metalúrgicas y compañías de ingeniería y construcción.

Hoy, con la concesión de la Hidrovía en manos de la Administración General de Puertos (AGP) -que asumió ese rol a finales de junio pasado a partir del Decreto 427/21- Romero planea dejar sus negocios en el país. “Siempre mantuvo un perfil bajo y ese fue uno de sus activos, pero en los últimos cuatro años eso cambió”, explicó un referente en el sector de la publicidad callejera.

Otro punto que cambió en los últimos tres años fue su relación con la ahora vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Durante dos décadas, Romero mantuvo buena relación con todos los Presidentes. Sin embargo, en 2018, su decisión de presentarse como “arrepentido” ante el juez Claudio Bonadio -frente a quien reconoció haber pagado 600 mil dólares por el decreto 113/2010 de Cristina Fernández de Kirchner, que le prolongó la concesión de la Hidrovía por diez años- le valió el enojo de la ahora vicepresidenta. “No quiere nuevos frentes judiciales y sabe que su mala relación con Cristina puede volver a traerle dolores de cabeza en Comodoro Py”, se sinceró un empresario que lo frecuentó durante más de 15 años.

Su salida, como se mencionó, generó múltiples movimientos en el segmento publicitario local. Según se pudo saber , el actual gerente general de PC Vía Pública, Julián Álvarez Echagüe, ya fue sondeado por los otros dos popes de la vía pública local, José “Pepe” Albistur”, dueño de Wall Street, y la familia Terranova, a cargo de Sarmiento.

José “Pepe” Albistur, uno de los interesados en quedarse con el negocio de Romero

“Echagüe todavía se resiste, pero tiene la presión de Romero de salir del negocio”, reconocieron cerca de uno de los empresarios que participó de esos contactos.

A sus 43 años, Echagüe mantiene un estrecho vínculo con Romero y ya manejó áreas sensibles en sus negocios. Antes de recaer en PC Vía Pública, el licenciado en Márketing fue responsable del Departamento de Atención al Pasajero de Ferrovías, y luego estuvo a cargo de la Gerencia de Marketing y Comunicaciones de la unidad de negocios ferroviarios.

De perfil bajo, Julián Álvarez Echagüe quedó en el blanco de los medios en 2018, cuando sus vínculos parentales con el entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, lo obligaron a dar explicaciones. En aquel entonces, la Justicia puso en la mira los contratos de explotación publicitaria que su cuñado Dietrich le otorgó a PC Publicidad en las líneas Roca, San Martín y Belgrano Sur.

“Es un caso similar al de Romero; si bien todavía se resiste a dar el brazo a torcer, también se sabe que tiene a Miami en el horizonte de su carrera profesional”, confiaron fuentes del sector

f. Nexofin