jueves, abril 25

Tips para elegir el calzado adecuado

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Qué tener en cuenta a la hora de comprar uno ideal para el bienestar de nuestros pies

La elección de un buen calzado es esencial. Lo primero es tener en cuenta que cada persona tiene un pie y una manera de caminar diferente, siempre es recomendable tener revisiones puntuales un especialista que analice la biomecánica.

No obstante, en general podemos hablar de las siguientes pautas en cuanto a las características que debería cumplir para el bienestar de nuestros pies:

Ser de la talla correcta y los materiales adecuados

La cuestión más importante es cómo este se adapta a nuestro pie. Elegir la talla correcta es básico, de tal modo que la forma y las dimensiones se ajusten correctamente. Es recomendable ir a comprarlos al final del día, pues es cuando los pies están más hinchados.

A la hora de probarlos, hacerlo en ambos pies, con unas medias de grosor medio, materiales naturales y el menor número posible de costuras. Lo mismo con los propios zapatos, buscar que estén fabricados con materiales naturales y que no tengan costuras que puedan molestar o causar roces.

Lo ideal es encontrar unos con el tamaño perfecto, ni demasiado justos ni demasiado holgados, pues podrán aportar un grado de inestabilidad en la marcha.

Estructura y diseño

Cuando andamos nuestro pie está cumpliendo unas determinadas funciones que es imprescindible que los zapatos respeten y apoyen. Además de adaptarse a la forma, deben hacerlo a nuestros movimientos fisiológicos, sin entorpecerlos, y favoreciendo una marcha estable, sin esfuerzos.

Para ello, es fundamental que la estructura del zapato sea funcional: lo más ligeros posible; contar con una buena flexibilidad, para lo que se recomienda valorar la elasticidad de la puntera; y tener un correcto apoyo en el talón y la zona metatarsal.

Para disminuir las cargas derivadas del contacto del pie con el suelo, considerar la capacidad de amortiguación del calzado, las características de rozamiento entre el calzado y la superficie de apoyo, siendo bueno que la puntera se despegue del suelo entre 1-1,5 cm.

En el caso de calzados poco flexibles, como plataformas, zuecos, etc. (que deben evitarse en la mayor medida), cuanta más elevación de la puntera respecto al suelo, más se mejorará el comportamiento del calzado y se evitarán tropiezos.

Tanto la amortiguación de los impactos como la estabilidad lateral del paso dependen también directamente de la parte trasera del calzado. En el caso concreto de los tacos, lo ideal es que la parte en contacto con el suelo sea igual de ancha que la parte delantera. Además, se debe evitar que el taco sea superior a 8 centímetros.

Características de la suela y la plantilla

Muchas de las prestaciones del propio zapato dependen de la suela. En primer lugar, es esencial prestar atención al agarre que tendrá con el suelo. Para evitar resbalones, se recomienda que la suela sea antideslizante.

En cuanto a la plantilla, tener en cuenta que será la encargada de proporcionarnos gran parte del confort, tanto térmico como mecánico, determinando las presiones que aparecerán en la planta del pie.

En este aspecto, tener en cuenta la geometría y el material con el que está fabricada, siendo preferible que sean blandos, especialmente en la parte delantera. Además, es imprescindible que el calzado tenga un volumen interior apropiado para adaptar unas plantillas podológicas en caso de que fuera necesario.

El acabado del calzado

Dependiendo de la época del año y el lugar geográfico (por el calor, la humedad, etc.), debemos tener en cuenta unas u otras consideraciones para asegurar que la temperatura y condiciones dentro del zapato serán las adecuadas.

También asegurarnos de que los materiales con los que está fabricado el forro son adecuados para la situación concreta. Prestar atención al acabado, es muy importante que las costuras estén bien rematadas, cuente con refuerzos en la puntera, y tenga un método adecuado de agarre.

Además de todas estas cuestiones, debemos considerar que cada etapa de la vida necesitará de unos cuidados concretos, pues, por ejemplo, niños y ancianos necesitan de atenciones más exhaustas.

Por ello, lo ideal será siempre acudir a la consulta de podología, donde se llevará a cabo un análisis personalizado, y se elaborará una recomendación individualizada para cada caso concreto.

Fuente: Nosotras