jueves, abril 25

Trastorno por estrés postraumático: qué lo causa, sus signos y tratamientos

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Qué ocurre en las personas que vivencian alguna situación traumática y angustiante

El trastorno por estrés postraumático (TEPT), es un trastorno mental que experimentan algunas personas al haber estado expuestas a un acontecimiento traumático. Sucesos como vivir un desastre natural, una guerra, un accidente grave, una agresión sexual o un secuestro pueden desencadenarlo.

En las semanas posteriores al acontecimiento, es habitual estar más alerta, sentir temor o preocupación por la experiencia vivida. Es una reacción aguda a un estrés importante. La mayoría se recuperan de forma natural cuando procesan lo sucedido. Sin embargo, habrá quien no pueda gestionarlo de forma adecuada y continúe experimentando síntomas aunque el peligro ya no esté presente.

¿Cuáles son los síntomas?

Cada persona reacciona de forma diferente a un suceso traumático, pero, aun así, muchos de los síntomas son comunes. Para que alguien sea diagnosticado de TEPT deben darse las siguientes señales al menos durante un mes, y estas deben producir un malestar clínicamente significativo:

– Uno o más síntomas de reviviscencia

– Uno o más síntomas de evasión

– Dos o más síntomas cognitivos y del estado de ánimo

– Dos o más síntomas de reactividad

Síntomas de reviviscencia

– Recuerdos angustiosos recurrentes

– Pesadillas

– Malestar psicológico intenso o prolongado

– Reacciones fisiológicas como hiperventilación, molestias digestivas, cansancio extremo o contracturas

Síntomas de evasión

– Evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos relacionados con el suceso traumático

– Evitar cualquier persona, lugar, actividad o situación que despierte recuerdos de la experiencia traumática

Síntomas cognitivos y del estado del ánimo

-Dificultad para recordar aspectos importantes del suceso traumático

– Sentimientos distorsionados de culpa

– Estado emocional negativo

– Pérdida de interés en actividades placenteras

– Sentimientos de desapego

Síntomas de reactividad

– Irritabilidad exacerbada

– Conductas autodestructivas

– Hipervigilancia

– Sobresaltarse fácilmente

– Dificultad de concentración

– Alteración del sueño

Además, pueden presentar los siguientes síntomas disociativos:

– Despersonalización: la persona se siente como si no formase parte de su propio cuerpo

– Desrealización: tiene la sensación de que lo que está viviendo no es real

Los motivos por los que unos desarrollan trastorno por estrés postraumático y otros no, son diversos. No obstante, hay una serie de factores que predisponen.

– Ser mujer. El TEPT afecta a 1 hombre por cada 2 mujeres

– Tener antecedentes de trastorno mental o consumo de drogas

– Haber vivido una o más experiencias traumáticas durante la infancia

– Tener unos niveles bajos de serotonina

– Presenciar heridos o muertos durante el suceso traumático

– Presentar un ataque de pánico durante los acontecimientos o poco después

– Tener que lidiar con un duelo, dolor físico, lesión, pérdida del trabajo o la vivienda como consecuencia del incidente

– Vivir cerca de donde aconteció el suceso

– No contar con apoyo emocional

– Sentir impotencia o miedo extremo

La combinación de estos factores harán que viva con más o menos intensidad los síntomas. Así, no será lo mismo que experimente únicamente una de estas circunstancias a que presente la mayoría de ellas.

Tratamiento

Terapia cognitivo-conductual

Ha demostrado ser una de las mejores soluciones. Entre sus técnicas, algunas de las más adecuadas son:

– Reestructuración cognitiva: aprende a identificar sus creencias irracionales sobre lo ocurrido y sustituirlas por otras más apropiadas.

– Entrenamiento en métodos de relajación: estas técnicas serán imprescindibles para que gestione mejor su ansiedad. Así, podrá aprender a practicar la respiración profunda, la relajación muscular progresiva de Jacobson, la meditación, el Tai Chi o la visualización, entre otras.

– Terapia de exposición: cuando ya controla de forma más adecuada su ansiedad, puede exponerse a los estímulos que le causaron el trauma.

– Terapia de procesamiento cognitivo de Resick y Schnicke: integra aspectos de la terapia cognitiva con la teoría del procesamiento de la información.

Grupos de apoyo

Pueden resultar de gran ayuda, en especial si no cuentan con un entorno que les de soporte y entienda su situación. Compartir experiencias similares permite verbalizar el dolor, ponerlo en perspectiva y aprender de otros que han pasado por lo mismo.

EMDR

Esta técnica fue desarrollada en los años 80 por la neuróloga Francine Shapiro y, desde entonces ha ayudado a muchas personas. El método consiste en provocar una serie de movimientos oculares, estímulos auditivos y golpes suaves en el cuerpo. Estos ayudan a reducir los efectos del trauma procesando mejor la experiencia y reemplazando pensamientos y sentimientos negativos por otros más adecuados.

Fármacos

En caso de ser necesarios, los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina disminuyen la intensidad y alivian la depresión. Deben ser prescritos por un profesional y seguir un protocolo específico al dejar de consumirlos.

Fuente: Mejor con salud