jueves, marzo 28

Argentino brillante:creó un súper alimento a partir de un hongo y lo consumen astronautas

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Gracias a la tecnología, logró desarrollar una biomasa del fusarium, que bautizó como Mycofood, a la que podía modificar para elaborar diversos productos

Un argentino brillante: creó un súper alimento a partir de un hongo y lo consumen astronautas

Fue hace cinco años que el sociólogo y emprendedor argentino Horacio Acerbo escuchó hablar por primera vez del Fusarium venenatum, un hongo con la cualidad de ser una gran fuente alternativa de proteína y que venía siendo investigado por una compañía inglesa.

Cuando comenzó a indagar en sus propiedades, Acerbo quedó maravillado al ver que el Fusarium venenatum no sólo producía una gran cantidad de proteína con un alto valor biológico, sino que además poseía un buen perfil nutricional de fibra, aminoácidos esenciales y lípidos saludables. Como frutilla del postre, al ser de origen fúngico, podía tener un modo de producción sustentable y no requería de la utilización de tierra.

Hasta ese momento, estaba trabajando en EnyeTech, una compañía que él mismo había fundado y en la que llevaba adelante diversos proyectos relacionados al mundo del software, el hardware y la inteligencia artificial. Desde allí, comenzó a investigar este hongo para lo cual contactó al INTI para empezar juntos a aprender cómo cultivarlo.

«Lo que hice fue unir toda la parte e investigación del desarrollo del hongo con la inteligencia artificial. Con eso lo que pudimos hacer es ver en tiempo real cómo se modifica la estructura morfológica y la cantidad de proteína que genera el hongo cambiando sus condiciones. La inteligencia artificial iba aprendiendo de esos cambios haciendo más eficiente el medio de cultivo», explica Horacio Acerbo a iProfesional.

Gracias a la tecnología nace Mycofood

El emprendedor logró desarrollar una biomasa del fusarium, que bautizó como Mycofood

Así, gracias a la tecnología, el emprendedor logró desarrollar una biomasa del fusarium, que bautizó como Mycofood, y a la que podía ir modificándole sus características para elaborar con ella diferentes productos: desde quesos hasta hamburguesas, pechugas de pollo, pescado o bebidas. «También la biomasa se puede secar y moler para hacer batidos, helados o fortificar fideos. Lo interesante es que no tiene sabor ni olor y su color es bastante blanquecino. Es como un lienzo blanco para elaborar un montón de cosas», agrega Acerbo.

Hoy la empresa que lleva adelante este desarrollo comenzado por el investigador argentino es Eternal, con Union Group como su mayor inversor. La compañía se encuentra ahora en el proceso de comenzar a cotizar en la bolsa de Canadá y se espera que, para cuando eso suceda, adquiera un valor estimado de entre 120 y 200 millones de dólares.

Aunque la biomasa aún no está a la venta, Eternal ya se encuentra produciendo a nivel industrial y enviando muestras a diferentes compañías alimenticias que podrían estar interesadas en elaborar productos a partir de ella. «Queremos poder vender el kilo de biomasa a 5 o 6 dólares y la idea es poder llegar a 3 dólares en unos dos años, cuando tengamos nuestras propias fábricas», agrega Acerbo.

Además de la producción en China, la compañía cuenta con oficinas en Finlandia, Inglaterra y Estados Unidos, mientras que el desarrollo de la inteligencia artificial se lleva adelante en la ciudad española de Málaga.

Mycofood, desde el laboratorio hasta el espacio

Uno de los mayores logros recientes de Eternal fue llegar a la semifinal de Deep Space Food Challenge, un concurso impulsado por la NASA que busca un cambio radical en la calidad de la comida que los astronautas llevan al espacio.

«Los astronautas se alimentaron con muestras de hamburguesas y nuggets de pollo», dice el emprendedor

Al respecto, Acerbo cuenta: «La próxima fase es en diciembre y en enero se anuncian los finalistas. Y si llegamos a esa etapa en febrero tenemos que ir al laboratorio para mostrar cómo generaremos la biomasa. El proyecto que presentamos es el de un pequeño bioreactor con el tamaño justo para poder viajar al espacio, que utilice una cantidad de agua y de energía precisa como para que los astronautas puedan elaborar allí la biomasa del hongo«.

Fue gracias a ese concurso que desde Eternal lograron ponerse en contacto con el proyecto Human Spaceflight Laboratory de la Universidad de North Dakota, donde la NASA patrocina una misión análoga que simula la estadía en Marte y en la que los astronautas se alimentaron con muestras de hamburguesas y nuggets de pollo elaborados con la biomasa de hongo de Eternal.

En una época de gran controversia sobre los modos de producción de la proteína animal y un auge de tendencias alimenticias como el veganismo o el vegetarianismo, Acerbo destaca las ventajas de Mycofood en comparación con otras alternativas muy presentes en el mercado, como la de los alimentos plant based o la de la carne de laboratorio: «Hoy en día la cadena de suministro está muy alterada. Lo interesante de nuestro tipo de fabricación es que casi no tenemos cadena de suministro: sólo necesitamos una fuente de carbono, agua, oxígeno, nitrógeno y un fermentador. No necesitamos tierra y podemos fabricar al lado del consumidor o al lado de la empresa, evitando problemas geopolíticos, pandémicos o de sequía».

La compañía buscará poder comenzar a vender la biomasa para mediados de 2023 y entre sus próximos planes apuntan a tener sus propias fábricas distribuidas en distintas partes del mundo como Estados Unidos, India o Europa, descentralizando así la producción de proteína.