martes, abril 23

Equipo de científicos busca descifrar el origen del universo con un telescopio instalado en Salta

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Es un artefacto único en el mundo y fue construido en San Antonio de los Cobres, a 5.000 metros sobre el nivel del mar. Los investigadores provienen de Francia, Italia, Irlanda, Inglaterra, Estados Unidos y la Argentina

En plena puna salteña construyeron un telescopio con especificaciones únicas en el mundo. Fueron 15 años de trabajo de cientos de científicos internacionales y locales que colaboraron para concretar lel ambicioso proyecto. Ahora, esta joya para la astronomía ya está operacional y busca identificar qué fue lo que sucedió en los instantes posteriores al Big Bang.

En San Antonio de los Cobres, hay un hotel, varios hospedajes hogareños y una tranquilidad que se respira en el aire. De este lugar es de donde parte el Tren de las Nubes y por esto se conoce a la localidad. Para allá fuimos, pero en búsqueda de otro hito: un nuevo telescopio que busca comprobar qué pasó luego del Big Bang, el origen del universo.

Temprano a la mañana nos disponemos a llegar al observatorio. De los 3.500 metros de San Antonio deberíamos pasar a 5.000 sobre el nivel del mar. Sin carteles, ni una dirección muy clara: hacia allá fuimos.

Camino de ripio, parte de la mítica ruta 40, una iglesia y unos cabritos son parte del imponente paisaje por el que comenzamos a subir. Comienza a faltar el aire y a sentirse un extraño dolor de cabeza. Allí arriba nos espera Steve Torchinsky, ingeniero franco canadiense y Cristian Rodríguez, parte de la comitiva local.

El proyecto tomó 15 años de trabajo de cientos de científicos internacionales y locales. (Foto: El Trece.)
El proyecto tomó 15 años de trabajo de cientos de científicos internacionales y locales. (Foto: El Trece.)

Luego de dos horas de caminos sinuosos, sobresale la cúpula plateada que habíamos visto en alguna que otra foto. La locación parece una escenografía de una película marciana pero no, todo es real. Sin demasiadas huellas humanas cerca, nos recuerda lo ínfimo que somos en la Tierra y en el universo.

El equipo salteño trabaja en la puesta a punto del telescopio, mientras Steve pregunta sobre el funcionamiento de ciertos aspectos. “Este instrumento busca medir lo que sucedió hace 13.800 millones de años, instantes posteriores al Big-Bang”, desliza el ingeniero de origen canadiense. El número es tan pero tan grande que tuve que pedirle que lo repitiera dos veces. Trece millones mil ochocientos millones de años.

El instrumento en sí se construyó por partes en laboratorios de Francia, Italia, Irlanda, Inglaterra y de la Argentina. Se ensambló en Francia, viajó en barco hasta Buenos Aires y luego en camión hasta Altos Chorrillos, donde estamos ahora. Lo que buscan probar los científicos es la teoría de la inflación cósmica, que nada tiene que ver con la inflación a la que estamos acostumbrados, sino a la expansión del universo.

El origen de todo, captado desde el medio de la nada, en pleno norte Argentino.