Investigadores analizaron a más de 770.000 personas y aseveraron que el uso de smartphones no implica un peligro de enfermedad oncológica.
Se suele decir que las nuevas generaciones nacen con un smartphone en la mano. La capacidad de manejo de la tecnología por parte de los chicos ya no sorprende a ningún padre o madre, que en muchos casos tampoco logran despegarse de los celulares. La gente ya no se mira tanto. Tal solo basta con observar lo que sucede en la mayoría de los transportes públicos: cada uno pegado a su pantalla. Ahora, ¿pueden los celulares ser una amenaza para la salud cerebral?
En base a este fenómeno de exceso de uso, mucho se ha hablado sobre si es posible que los celulares aumenten el riesgo de tumores cerebrales. Cabe recordar que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica las ondas de radiofrecuencia como “posiblemente cancerígenas”.
Investigadores de Oxford Population Health e IARC analizaron a 776.000 personas y concluyeron en su estudio, publicado en la revista del Instituto Nacional del Cáncer,que el uso de los celulares no aumenta el riesgo de tumores cerebrales.
Los participantes de este estudio, a diferencia de otros anteriores, no contaban con ningún tipo de enfermedad. Todos ellos debieron llenar cuestionarios sobre el uso de celulares en 2001 y fueron nuevamente interrogados diez años después, en 2011.
Los investigadores estudiaron el uso de celulares con el riesgo de varios tipos de tumores cerebrales: glioma, neuroma acústico, meningioma y tumores dela glándula pituitaria.Además, buscaron si había asociación alguna con los tumores oculares.
Los expertos no encontraron diferencias de riesgo de tumor cerebral entre aquellos que usaban celulares y los que no. En tanto, para 2011, casi el 75% de las mujeres de entre 60 y 64 años utilizaba un teléfono móvil, y cerca de un 50% de aquellas entre 75 y 79 años. Se concluyó que de ese total, solo 3.268 (0,42%) habían desarrollado un tumor cerebral 14 años después del comienzo del estudio.
Kirstin Pirie, coinvestigadora de la Unidad de Epidemiología del Cáncer de Oxford Population Health, sostuvo: “Estos resultados respaldan la evidencia acumulada de que el uso de teléfonos móviles en condiciones habituales no aumenta el riesgo de tumores cerebrales”.
Por su parte, Joachim Schüz, investigador principal del estudio, explicó: “Las tecnologías móviles están mejorando todo el tiempo, por lo que las generaciones más recientes emiten una potencia de salida sustancialmente menor”.
El estudio descartó además un aumento en el riesgo de desarrollar tumores cerebrales en quienes utilizaban el celular todos los días, durante más de diez años.
Trastornos psicológicos más comunes vinculados a las redes sociales
El uso excesivo de redes sociales está relacionado con un incremento en las tasas de ansiedad y depresión, trastornos del sueño, y problemas de autoimagen. El ciberbullying(o acoso cibernético) es otro problema creciente: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado.
Según un informe titulado “Status Of Mind, examining the positive and negative effects of social media on young people’s health”(Estado de la Mente, examinando los efectos positivos y negativos de las redes sociales sobre la salud de los adolescentes) -publicado por la Royal Society for Public Health y el Young Health Movement-, las redes sociales y las aplicaciones digitales de interacción mutua generan un aumento en relación a las patologías de salud mental.
Los autores de la investigación señalaron que el uso de estas plataformas se ha transformado en “una parte integral de la vida de muchas personas, conectándolas a nivel mundial con amigos, familiares y desconocidos. Es más, los jóvenes son la generación digital de nuestra era, ya que ellos suelen interactuar con más frecuencia y conocimiento en estas áreas”.
Los espacios tecnológicos y el aprendizaje social
En esta era digital, los niños/as y adolescentes encuentran en la tecnología un medio natural de desarrollo de sus intereses y necesidades cotidianas. Muchos de ellos, en general la mayoría, utilizan las redes sociales como principal fuente de diversión, para ponerse en contacto con sus amigos, conocer a otras personas o intercambiar mensajes e imágenes.
Mariela Caputo, psicopedagoga, máster en Neuropsicología Clínica e investigadora de Doctorado en la Facultad de Medicina de la UBA, explicó “El mal uso de las redes sociales en la niñez puede agravar las situaciones de acoso escolar a través del ciberacoso, fomentando el hostigamiento a través de insultos o amenazas, y no tener las herramientas para manejarlo. Por lo tanto, la supervisión del adulto en estos casos es fundamental. No se recomienda que los chicos menores de 12 o 13 años tengan redes sociales que manejen solos”.
Por tal motivo, y para prevenir posibles trastornos en la salud mental de los más chicos, la especialista aconsejó: primero, establecer acuerdos formales con los hijos donde se pacten tiempos de uso; y segundo, que los adultos supervisen lo que los menores ven a través de los propios celulares o dispositivos.