jueves, marzo 28

Un estudio reveló que los videojuegos pueden beneficiar la salud mental de las personas

0
406
La Universidad de Oxford trabajó con más de 3000 jugadores, que reportaron que pasar varias horas con un videojuego les reportaba una sensación de bienestar

Frente a los diversos confinamientos implementados alrededor del mundo y ante la imposibilidad de realizar alguna actividad al aire libre, el encierro producto de la pandemia de coronavirus condujo a una mayor utilización de los dispositivos tecnológicos y a una ocupación del tiempo en relación a las tantas pantallas.

Un estudio llevado a cabo por una dependencia de la Universidad de Oxford, el Oxford Internet Institute, sugiere que jugar videojuegos puede contribuir a un mayor bienestar y beneficiar la salud mental de las personas.

El equipo del establecimiento llevó a cabo el trabajo en colaboración con Electronic Arts (EA) y Nintendo para obtener resultados sobre el comportamiento de juego real de los jugadores, y es uno de los primeros estudios en emplear datos reales del tiempo de juego.

Para ello, 3247 jugadores mayores de 18 años participaron de la investigación y se arribó a la conclusión de que las personas que juegan a videojuegos durante largos periodos de tiempo están más felices que las que no lo hacen.

Esta conclusión va en línea con “la literatura que emfatiza los beneficios de los videojuegos como una actividad de ocio que contribuye a la salud mental de las personas”, señala el estudio, que también recoge otra conclusión: “quienes se sienten bien están más inclinados a coger el mando”.

Para ello, se tomó como ejemplos dos títulos muy populares, Plants vs Zombies: Battle for Neighborville y de Animal Crossing: New Horizons.

“Si juegas a Animal Crossing durante cuatro horas al día, todos los días, es probable que digas que te sientes mucho más feliz que alguien que no lo hace”, ha afirmado el profesor Andrew Przybylski, quien ha dirigido el estudio, a la cadena británica BBC.

Por otra parte, Przybylski también señaló que aquellas personas que se sintieron obligadas a jugar para evitar estrés, por ejemplo, informaron de que estaban menos contentas.