jueves, marzo 28

Una actriz adoptó a un nene que vivía en un basurero y su historia conmueve al mundo:“Cambió mi vida por completo”

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La actriz brasileña Carol Nakamura conoció a un nene de 9 años que vivía en un basurero. Al verlo tan vulnerable, comenzó a ayudarlo y poco después terminó adoptándolo.

Una actriz adoptó a un nene que vivía en un basurero y su historia conmueve al mundo: "Cambió mi vida por completo"

Carol Nakamura junto a su marido Guilherme y su hijo Wallace

La historia de Carol Nakamura traspasó las fronteras de Brasil luego de que la diera a conocer. A la actriz de 37 años su vida le dio un giro de 180 grados cuando comenzó a hacer tareas comunitarias en Jardín Gramacho, el basurero más grande de Latinoamérica ubicado en la ciudad de Duque de Caxias, en Río de Janeiro.

Un día, el destino la cruzó con Wallace, un nene de vivía allí, y al verlo se conmovió. Primero lo invitó a pasar las fiestas y al ver que se iba integrando a su familia, con su marido Guilherme Leonel decidieron adoptarlo

El encuentro entre Wallace y Carol se dio a fines de 2019. Como él solía juntar objetos del basural, estaba en el momento en que la actriz se encontraba haciendo su tarea, y, según contó a la revista Quem, ella sintió algo especial. Fue así que se ganó su cariño y lo invitó a pasar la Navidad en su casa junto a su esposo y sus dos hijos.“Guilherme y yo nunca habíamos hablado de adopción, pero algo habló en mi corazón y en el de él”, reveló.

Sin embargo, “cuando vimos a este niño sin ir a la escuela y sin oportunidades, Dios dijo: ‘Andá y ocupá ese lugar’”, aseguró

En diálogo con la revista del diario O’Globo, la actriz mencionó: “La primera vez que comió un pan de queso fue después de nueve años. Lo que llamamos ‘básico’ es mucho para otras personas”.

A su vez, relató: “Cuando Wallace llegó a casa, abrió la ducha y preguntó: ‘¿Esta agua cae del cielo?’. Esto nos hace reflexionar de que hay personas que incluso carecen de un saneamiento básico”.

Al pasar las fiestas, la actriz y su marido comenzaron los trámites para adoptarlo. El proceso fue “largo y burocrático”, pero eso no impidió que pudiera inscribirlo a un colegio gracias a un permiso especial. Finalmente, logró la tenencia y aseguró: “Me enseñó a ser más agradecida y dejar de quejarme de la vida. Wallace cambió mi vida por completo”.