Una ciudad minera del norte de Suecia comenzó a mudarse en camiones para evitar terminar en las profundidades de sus propios pozos.

La ciudad de Kiruna, situada al norte de Suecia, comenzó su mudanza por el riesgo latente de terminar hundida dentro sus propios pozos. A su alrededor se encuentra una mina subterránea de mineral, donde se produce por día la cantidad de hierro necesaria para 6 torres Eiffel.

Luego de años de perforaciones, la tierra puso fecha de vencimiento, y la misma se estipuló hace dos años. Desde aquel momento, el movimiento de los camiones de mudanza no cesa. Los mismos levantaron casas, escuelas, iglesias y museos. El plazo está fijado para 2035 y el presupuesto es de un billón de dólares, con el objetivo de relocalizar a los más de 20 mil habitantes que viven actualmente en la mina más grande del planeta tierra.

La nueva localización se encuentra a 3 kilómetros al este de la actual ciudad. El diseño de la logística está a cargo de la empresa LKAB, la cual fundó la mina en 1890, y la misma cuenta con el apoyo de arquitectos White Arkitekter.

Para el proyecto, se tuvieron en cuenta parámetros de sustentabilidad, articulación con el paisaje y la convicción de que los usos mixtos de la nueva urbanización garanticen un atractivo especial y a la vez, respeten la identidad, el espíritu y la historia de la ciudad.

El primer edificio será el Ayuntamiento, diseñado por la firma danesa Henning Larsen. La estructura se inspira físicamente en la geometría angular de los perfiles de hierro, componentes de la historia de Kiruna.

Además, el mismo incorpora el campanario reubicado del casco antiguo, simbolizando el pasado, y un faro para representar el futuro. Por otro lado, el mega proyecto incluye un moderno centro cultural y el desarrollo de un centro urbano.

“Un tercio de la población debe reubicarse, se están demoliendo o moviendo bloques de viviendas y edificios patrimoniales, y se está configurando un nuevo centro de la ciudad”, indicó Carlos Mínguez Carrasco, curador de la exposición Kiruna Forever en ArkDes.“Todo esto está sucediendo en una tierra habitada durante siglos por la población indígena de la región: los sámi“, agregó.

Mikael Stenqviste, uno de los socios, comparó el traslado con el “movimiento del ciempiés”. Por su parte, la antropóloga Wiktoria Walldin, señaló que las consultas con los vecinos y el diálogo entre el municipio y la empresa configuran “una de las transformaciones urbanas más democráticas del planeta. Mil rol es traducir las necesidades e interpretar las voces de todas las partes en juego”.