Una ex enfermera alemana fue sentenciada a tres años de prisión por llevar a su trabajo galletitas confeccionadas con una mezcla de somníferos y otros medicamentos.

La justicia de Alemania condenó este martes a una enfermera que repartía galletas realizadas con sedantes y somníferos molidos. La mujer lo habría hecho durante al menos dos años. Los testigos aseguraron que las dejaba en la oficina donde descansaban los trabajadores y les ofrecía a todos “con una sonrisa”.

Según determinaron gracias a la declaración de las víctimas, la extraña receta de las galletitas “relajantes” fueron realizadas dos veces en septiembre de 2017 y una vez en marzo de 2019. La mujer las había dejado junto a la jarra de café donde se servían los empleados de la Clínica Kerckhoff en la ciudad de Bad Nauheim, en el estado central de Hesse. En las tres oportunidades, varios de sus colegas informaron sentirse mareados, tener visión doble y/o desmayarse.

Una comáñera sufrió una reacción alérgica y estuvo en grave estado

En marzo de 2019, una de las enfermeras nuevas probó las galletitas y tuvo una fuerte reacción a uno de los medicamentos. Al ver que no era la primera vez que sucedía, la seguridad de la clínica investigó entre las personas que habían estado prestando servicio y muchas de ellas recordaron que había sucedido lo mismo en 2017. Tras observar la nómina de trabajadores, las sospechas recayeron en la mujer de 55 años.

Inicialmente, la mujer fue acusada de intento de asesinato. Sin embargo, el tribunal determinó que no había habido intención de matar. La enfermera negó estar involucrada y se declaró inocente en todo momento. “Solo puedo repetir lo mismo una y otra vez. No fui yo“, manifestó ante el juez, antes de recibir la sentencia.