Uruguay y Brasil avanzan para quedarse con el mercado que deja Argentina por el “cepo” a la exportación de carne

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Con la restricción, Argentina dejara de exportar a China 40 mil toneladas. Los países vecinos van al acecho de esa cuota de mercado En un intento de mermar el aumento de precio de la carne, el Gobierno argentino dispuso cerrar por 30 días las exportaciones de este alimento para que una mayor oferta contribuya a un descenso en su valor en las carnicerías. Sin embargo, como ya ocurrió en otras ocasiones la medida será contraproducente y generará un golpe a la industria exportadora de carne.

Lo intempestiva de la medida genera desconfianza en el mercado ya que los países se ven obligados a recurrir con emergencia a otros países para intentar suplir ese vació que deja el cierre de las exportaciones del país. Uno de ellos es China, principal destino al que se dirige la carne argentina vendida al exterior. El Gigante Asiático recibe todos los meses 40.000 toneladas peso producto -el 75 por ciento de las ventas externas de carne argentina- y ahora ese vacío será reemplazado por las exportaciones de Brasil y Uruguay.

“El Mercosur representa el 75 por ciento de las importaciones de carne vacuna congelada de China”, destaca el analista del mercado de carnes de la consultora AZGroup Diego Ponti. El país charrúa ya se encuentra trabajando para quedarse con la cuota de mercado que deja Argentina y en la feria SIAL en Shanghai -la mayor feria alimenticia de Asia- empresarios de la carne uruguayos, en tándem con el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC) realizaron diversas actividades y acuerdos para aumentar la confianza en su país y así fortalecer la presencia de los cortes charrúas en esa plaza, según afirma Clarín. Lo contrario a lo que está haciendo Argentina.

“Otro mercado interesante es Chile, a donde van 3.300 toneladas de carne argentina, un país que ya está viendo de abastecerse por medio de Brasil y de Paraguay”, agrega Ponti. En esta línea también menciona el mercado de Israel el cual representa una proporción importante de las ventas y se trata de un contingente con sus particularidades ya que se trata de carne kosher, cuyo proceso productivo y faena se realizan en condiciones especiales. En marzo se exportaron a ese destino 3.600 toneladas por un valor promedio de 6.783 dólares por tonelada, y ahora se está negociando una excepción de la medida.

“Hoy por hoy hay mucha incertidumbre, en las próximas semanas se verá cuáles son las reglas de juego”, remarca Ponti. “Si es un lapso corto, el mercado Chino se podría recuperar con rapidez -dice el analista-. Habrá que ver en qué proporción sigue, de qué forma, si pasa o no pasa por Liniers… Estamos esperando a conocer las nuevas reglas de juego”.

Lo cierto es que se trata de un juego de suma cero y todos los mercados en los que los competidores de argentina puedan reemplazarlo, difícilmente pueda recuperarlo cuando el cepo termine.

 

Con información de Clarín