Es el saldo comercial de importar gas licuado o combustibles para reemplazar la producción local que se perdió por los bloqueos en Vaca Muerta

Los cortes de rutas que los trabajadores autoconvocados de la salud mantienen desde hace dos semanas en Neuquén, en las cercanías de Vaca Muerta, ya provocaron pérdidas al país que superan los u$s 190 millones.

Ese es el saldo comercial negativo que tendrán las importaciones de gas licuado o combustibles líquidos que sustituirán la producción que no se podrá colocar en el invierno, según los cálculos de la industria petrolera.

Una carta de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), que agrupa a las principales petroleras del país, blanquea números escalofriantes.

Cada día que pasa sin que se solucione el conflicto en Neuquén le cuesta a la Argentina u$s 13 millones, dado que se dejan de producir 25 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas natural -380 MMm3 acumulados-.

La misiva fue enviada al ministro de Economía, Martín Guzmán; al secretario de Energía, Darío Martínez; al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez; y al ministro de Energía y Recursos Naturales de la provincia, Alejandro Monteiro.

Es la segunda que entregan en estos días, con el pedido de una urgente intervención de las autoridades para que no se prolonguen los bloqueos, que se extienden desde el miércoles 7 de abril.

Antes de este conflicto, el Gobierno tenía dos proyectos para atraer inversiones petroleras: una nueva ley de promoción sectorial y el régimen de fomento a las exportaciones para saltar el cepo al dólar.

Los cortes de rutas afectan la imagen internacional de Vaca Muerta y pueden complicar la llegada de inversiones y su financiamiento.

Alarma

Hay señal de alerta. La semana pasada, de hecho, Martínez admitió que faltará gas en el invierno.

Los 380 millones de metros cúbicos de gas que la industria petrolera no produjo en estas dos semanas se sentirán con fuerza en los próximos meses.

Equivalen a casi 3 días enteros de producción total de todo el país. Solo en la Cuenca Neuquina (la más importante a nivel nacional) se extraen 70 MMm3/d, por lo que el recorte es de alrededor de un 35%.

El gas local se paga a un promedio de u$s 3,80 por millón de BTU, con un precio base de u$s 3,50 y un pico de u$s 4,70 en los meses más fríos del año.

Mientras tanto, el gas licuado que reemplaza la producción perdida se inyecta a u$s 8 (contando los costos de regasificación en puerto), mientras que el gasoil y el fuel oil, combustibles más contaminantes para el ambiente, se pueden llegar a pagar hasta u$s 14 por millón de BTU para que se utilice en las centrales termoeléctricas.

El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) también advirtió que la situación podría empeorar en los próximos días y se podría enfrentar un faltante de suministro.

Como a los hogares y comercios no se les puede cortar el servicio, el Gobierno tendrá que actuar para garantizar el abastecimiento de industrias y estaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) y ordenar a las centrales térmicas generar energía eléctrica a base de gasoil y fuel oil, con un costo mayor que será cubierto por el Tesoro, por la vía de los subsidios.

Las industrias y estaciones de GNC están renegociando ahora sus contratos con petroleras y comercializadoras, y algunas no pueden cerrar acuerdos por falta de gas.

 Por el lado del petróleo, en tanto, el impacto llega a los 380.000 barriles diarios de crudo, aproximadamente el 75% de la producción de un día.